La Estación Espacial Internacional (EEI) tiene fecha de caducidad y en Estados Unidos ya están pensando en qué lo reemplazará, luego de 26 años de servicio en órbita uniendo a las mayores potencias espaciales del mundo.
En este punto es donde aparece el nombre del multimillonario Jeff Bezos, dueño de las firmas Amazon y Blue Origin. Esta última es la que tendrá un papel en el proyecto Orbital Reef.
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No solo se trata de una nueva estación espacial. Señala un informe de Xataka que el proyecto ya tiene tres años de desarrollo, para lo que la NASA ya le ha otorgado un presupuesto inicial de 130 millones de dólares.
La nueva estación está pensada como un espacio multifuncional y autosuficiente de 823 metros cúbicos. Contará con dormitorios para alojar a los turistas espaciales, áreas sociales, así como módulos para investigación científica y otras actividades.
En otras palabras, no es solo una estación para la investigación espacial. Y esto tiene relación con el pensamiento de Jeff Bezos. Al igual que su colega multimillonario Elon Musk, el dueño de Blue Origin cree que la vida será interplanetaria, pero no cree que se deba vivir en otros planetas, sino en el espacio.
Se estima que los primeros diseños de la estación espacial están pensados para albergar a diez personas. La expansión se dará con nuevos módulos. El primer lanzamiento se dará en el 2027 y entraría en operación en el 2030.
La inversión en la estación, que se puede comparar con un hotel, incluye la colaboración entre gigantes de la industria como Blue Origin, Sierra Space, Amazon y Boeing.
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