Agentes de la Policía Nacional y de los bomberos llegaron hasta la zona para rescatar a los vecinos afectados por el aniego. (Foto: Giancarlo Ávila/GEC)
Agentes de la Policía Nacional y de los bomberos llegaron hasta la zona para rescatar a los vecinos afectados por el aniego. (Foto: Giancarlo Ávila/GEC)
Redacción EC

Más de 2 mil vecinos de San Juan de Lurigancho (SJL) se han visto afectados con el aniego de aguas servidas tras la rotura de una tubería de desagüe de Sedapal. Ello no solo les impide estar dentro de sus viviendas, también exponen su salud al poder contagiarse de leptospirosis, una bacteria originada por la orina de los animales.

Ante ello, el especialista en enfermedades infeccionas Eduardo Gotuzzo ha recomendado lavarse constantemente con agua y jabón a las personas que han tenido contacto con estas aguas empozadas.



El médico explicó que en estas situaciones la bacteria ingresa por la piel y puede provocar fiebre, dolor del cuerpo y músculos. Por ello, comentó que es necesario que la población afectada en SJL acuda a los albergues y refugios acondicionados para evitar el contacto con aguas servidas y el consumo de alimentos contaminados.

“Las aguas servidas tienen gran cantidad de microbios y es necesario que la gente se lave cuidadosamente la piel. La población tiene que cumplir las recomendaciones del Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) y del Ministerio de Salud (Minsa) porque es urgente que no se expongan. Lo mismo deben hacer las personas que los ayudan”, mencionó.

Cualquier persona puede contraer la leptospirosis, pero tiene mayor influencia en los adultos mayores y en quienes sufren de diabetes o ulceras en las piernas.

Otro riesgo que enfrentan los damnificados es la contaminación de alimentos, pues las moscas se posan en cualquier sitio pudiendo generar diarreas y hasta fiebre tifoidea. Ante ello, recomendó protegerlos adecuadamente.

El médico señaló que en los próximos días la presencia de moscas aumentará porque la tierra seca que se quede en el lugar seguirá contaminada.

“La ventilación y fumigación de la zona ayudará a controlar los riesgos. Cuando vuelva a la normalidad, las familias deberán permitir que los profesionales de salud ingresen a sus hogares para fumigar”, finalizó.

Con información de Andina.

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