Píkoro y Madmax son dos jugadores profesionales de videojuegos.
Píkoro y Madmax son dos jugadores profesionales de videojuegos.
Gino Alva Olivera

Tú, yo, tus hijos, mis amigos, podemos manejar sin problemas un teclado, un mouse o el control de un PlayStation. Nada del otro del mundo.

Pero detrás de estos circuitos cubiertos de plástico se ha ido levantando una industria que mueve a millones de personas y genera millones de dólares.

Hace unos años hubiera sido impensable, pero hoy no. Y los números no mienten: más de 440 millones de espectadores en el mundo, ingresos de más de US$1.000 millones en el 2019.

Los e–sports se han convertido no solo en competencias populares, sino en un millonario negocio que crece año a año y que aún no alcanza su pico.

Se proyecta que las competencias profesionales de llegarán a 645 millones de personas al final de este 2020. Y para el 2022, se calcula que los ingresos por los e–sports crecerán hasta los US$2.300 millones, más que la Champions League y la Fórmula 1. Una mina de oro.

El año pasado, la Conmebol tuvo ingresos de US$509 millones, según cifras oficiales.

–Las peleas de ‘Píkoro’–

En menos de 48 horas, Gonzalo ‘Píkoro’ Buleje jugará por su clasificación a la Capcom Cup, un campeonato mundial de Street Fighter V en el que el ganador vuelve a casa con un cuarto de millón de dólares en los bolsillos.

“Esto para mí no es un juego simplemente por diversión. De hecho, me gusta, amo este juego, pero lo hago porque económicamente me apoya. Yo antes de un torneo me alimento bien, duermo de una manera correcta, muy bien, no trasnocho. Ya no bebo alcohol, no bebo nada”, dijo Buleje, de 31 años.

En el ránking de Latinoamérica, Gonzalo ocupó el tercer lugar en el 2019 y el cuarto lugar en el 2018. Ese año se convirtió en el primer peruano en disputar la Copa Capcom. El tirano Bison es su personaje favorito.

Ahora Píkoro dedica buena parte del día a entrenar, compitiendo online contra otros jugadores, analizando videos de sus peleas pasadas y estudiando a sus rivales al milímetro. “Cuando hay un torneo fuerte, podría variar entre 8 y 7 horas diarias”, añadió.

–Francotiradora en casa–

Camila ‘Madmax’ Zúñiga tiene 22 años y estudia Arquitectura en la UPC. Pero de lunes a viernes, durante 7 u 8 horas al día, es la francotiradora de Ghost e-Sports, un equipo profesional de Counter-Strike: Global Offensive conformado por siete chicas.

“Tengo muy buenos reflejos, también conocimiento de dónde posicionarme y sacar buenos ángulos”, sostiene Camila, de 22 años.

Ghost e-Sports es uno de los tres equipos femeninos profesionales de Counter-Strike en el Perú. Este año debían viajar a Brasil para competir en el World Electronic Sports Games (WESG), pero la explosión del COVID-19 obligó a postergar el campeonato hasta nuevo aviso.

El equipo ahora se prepara para competir en la Liga Pro Gaming de Movistar contra 14 rivales peruanos y de otros países.

El 18 de abril de este año fue un día histórico para CS:GO. Ese día hubo 1′305.714 personas conectadas en simultáneo desde sus computadoras. Una de esas personas era Madmax.

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