En gran parte de esta décima temporada, “The Walking Dead” de Fox ha construido el quiebre mental de Siddiq, el médico que vio morir a sus amigos a manos de los Whisperers y no pudo evitarlo. Sus constantes arrebatos de cólera y alucinaciones llegaron a un punto crítico en el episodio “Open Your Eyes”.
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El rehén y el veneno
Con tantas tramas en simultáneo (Michonne en Oceanside, Negan entre los Whisperers, el cáncer de Ezekiel; etc.), esta semana “The Walking Dead” se concentró en dos: el rehén de Carol (Melissa McBride), que tiene información sobre la horda de Alpha; y la salud mental del médico de las comunidades, Siddiq (Avi Nash).
Por el lado de la primera trama, Carol hace el trabajo de “policía buena” al razonar con el prisionero. Le da de comer y, en respuesta, obtiene desprecio. Ella no tarda en recurrir a la tortura para buscar la información que necesita, pero luego descubre algo: los Whisperers creen que Alpha mató a su propia hija, Lydia. Eventualmente, Carol le revela a Gamma que Lydia sigue con vida, lo cual promete causar problemas entre el enemigo.
Mientras tanto, las pesadillas de Siddiq se hacen realidad. El médico descubre que el rehén estuvo presente durante la decapitación de los sobrevivientes de Alexandria y Hilltop por parte de Alpha. En su siguiente visita al prisionero, Siddiq descubre al paciente muerto por envenenamiento de cicuta.
Veneno que, de acuerdo a su colega Dante (Juan Javier Cárdenas), fue puesto por el mismo Siddiq.
Dudas y traición
Siddiq, convencido de que saboteó su propia comunidad (varias personas enfermaron gravemente en capítulos anteriores), se lanza al reservorio de agua con la aparente intención de suicidarse. Pero no lo consigue, pues Rosita (Christian Serratos) lo rescata. La semana pasada di por muerto al personaje, considerando que la actriz ya había conseguido otro rol, de modo que ha sido una sorpresa verla con salud junto al padre de su hijo.
Tras una conversación en la que Siddiq obtiene el tan necesario apoyo emocional debido al trauma, en una de las mejores escenas que el personaje de Rosita haya recibido en esta serie, el médico tiene una epifanía: la enfermedad que ha golpeado a la comunidad se debe al agua, envenenada por Gamma, que no se filtró adecuadamente por un problema con el sistema de tuberías. Él no tiene la culpa de que sus amigos casi mueran.
Pero el personaje va a sufrir más.
Si algo recuerda Siddiq de la noche en la que fue obligado a ver la decapitación de sus amigos, eso es que un Whisperer le sujetó la cabeza y obligó a ver la muerte de todos. Y mientras lo hacía, este sujeto hacía un ruido muy extraño con la lengua…. el mismo sonido que hace Dante en una visita a Siddiq.
Dante como infiltrado tiene sentido, después de todo Alpha tiene que conocer lo que hace el enemigo. Pero el cómo se revela al espía no termina de convencer, pues el sonido fue introducido recién en este episodio. “The Walking Dead” no construyó bien esta “sorpresa”, que carece de impacto.
Pero lo hecho, hecho está. Siddiq descubre al topo demasiado tarde pues Dante, un tipo ancho y de evidente fuerza, lo somete con un agarre a la garganta. Siddiq bien podría estar muerto tras el forcejeo, pero de ser así… ¿cuál es el plan del enemigo? Matar al médico significa acelerar cualquier cosa que Alpha (o sus seguidores) tienen planeado. La respuesta llega el próximo episodio, luego del cual “The Walking Dead” hará una pausa hasta el 2020.
Dato
Puedes ver nuevos episodios de “The Walking Dead” todos los domingos por la noche en el canal Fox Premium Series.