La primera vez que las luces se encendieron para ella no fueron en un estudio de televisión. Alondra García Miró empezó a familiarizarse con los medios de comunicación a los 13 años, entre flashes y largas sesiones fotográficas. Entrar al mundo del modelaje la llevó a estudiar Diseño de Modas, carrera que se convertiría en una de sus grandes pasiones, pero no en la única. Dos años después de haber participado en un reality de competencia, una propuesta la hizo redescubrir un interés que siempre estuvo presente en su vida: la actuación. A partir de ese momento, se empieza a escribir una historia llena de desafíos y mucho aprendizaje.
Dos años después de haber sido filmada, “Te volveré a encontrar” por fin verá la luz. El destino quiso que el estreno encontrara a su protagonista en Porto Alegre, Brasil, lugar donde la también empresaria pasa la cuarentena junto al ariete peruano Paolo Guerrero. En esa ciudad costera, Alondra continúa con sus actividades de trabajo. Reuniones vía Face Time y llamadas de negocios, son parte de una rutina matizada por momentos de relax junto a su pareja, como las maratones diarias de series y películas. Hoy, a las 9:30 p.m., frente al televisor, las cosas serán un poco diferentes.
¿Cuándo empiezas a interesarte por la actuación?
En realidad siempre me llamó la atención, pero no fue el camino que tomé. Estudié Diseño de modas, luego entré a trabajar en la televisión en algo que no tenía nada que ver con la actuación. Pero esa curiosidad por incursionar en el mundo de la ficción siempre estuvo. Hasta que llegó a mi vida, Miguel Zuloaga, productor de los éxitos de ProTV.
¿Cuándo y cómo te convoca?
Fue en el 2017 que apareció. Justo cuando no quería saber nada de los espectáculos porque te expones mucho. Cuando me cuenta sobre esta novela me moría de miedo porque no era actriz, ni había estudiado. Él me dijo que el personaje iba mucho conmigo, pero que primero había que grabar un piloto a ver si me gustaba y me sentía cómoda. Y, sobre todo, para que él viera si tenía potencial. Es cuando grabo el piloto que digo “wow, esto es lo mío”.
¿Qué te decidió a actuar?
Cuando conecté con el personaje. Lo que puedes llegar a descubrir o sacar de él. Me han pasado durante varias escenas de la novela que he llevado mi personaje a tal punto que cuando salía de él y volvía a ser yo, me decía que yo como Alondra jamás hubiera hecho lo que Lucy. Esa capacidad de llevarte al límite, de hacer grandes cosas. Te da tal empoderamiento poder interpretar un personaje como este. Soy muy comprometida con todo lo que hago y grabar “Te volveré a encontrar” fue un tiempo en el que toda mi cabeza y mi amor estaba concentrado en la novela.
¿Qué aprendiste durante la grabación?
Me dio disciplina y una conexión increíble con mi grupo de trabajo. Llegó en una etapa difícil de mi vida, el tiempo de dios es muy sabio, y yo creo que él puso este proyecto en mi vida para que yo pueda lograr cosas que jamás imaginé.
Estudiaste actuación con Sergio Galliani y Norma Martínez durante varios meses. ¿qué tan difícil fue ese aprendizaje?
Muy difícil. A mí me pasaba, por diferentes circunstancias que he tenido que vivir, que había llegado a bloquear el hecho de tener que llorar frente a otras personas. Sentirme vulnerable o que alguien me haga sentir débil era algo que yo tenía completamente bloqueado. Le decía a Sergio “cómo vamos a hacer, yo no lloro por nada”. No es que sea insensible, pero se me hacía muy difícil abrirme. Entonces empezamos a poner en práctica las técnicas de actuación y en una de las clases Sergio logró abrir mi corazón en escena. Me puse a llorar de una forma que no lo podía creer, hace mucho que no lloraba así.
¿Fue un desahogo?
Completamente. Entrar en esas emociones era súper raro para mí. Terminó la clase y como yo era nueva, no sabía cómo controlar el tema. Yo seguía llorando. Sergio me decía que poco a poco aprendería cómo abrir esa cajita, sacar mi emoción y ponerla en escena. Y cuando termine tenía que aprender a guardarla. Ese juego de abrir y cerrar la cajita de emociones fue lo que comenzamos a trabajar bastante.
¿Y cómo trabajaste con Norma Martínez?
Con ella también trabajé técnicas de la actuación, pero cuando empezamos me habían dado una parte de los guiones y el reto fue desarrollar mí personaje. Miguel me había dicho que si yo me preparaba adecuadamente y mis profesores me daban las herramientas necesarias para pulirme tendría que pasar un casting para llegar a ser la protagonista. Nunca me dijo que yo tenía el papel fijo. En esos meses empecé a absorber todo el conocimiento que podía de Sergio y de Norma. Estudié muchísimo. Ella me explicó cómo era el día a día del rodaje, las relaciones que debía tener con los diferentes personajes y cómo debía aprender a diferenciarlas. También el tema de cómo se graba en desorden y las herramientas a poner en práctica una vez que empiece a grabar la novela.
¿Cuánto tiempo duraron las grabaciones?
Fueron 9 meses de rodaje intensos. Y, previamente, más de seis meses de preparación con Sergio y Norma. Fue un año intenso.
¿Cuál fue el mayor reto de interpretar a Lucy, protagonista de “Te volveré a encontrar?
En realidad fue un aprendizaje. Lo complicado fue que la novela se fue grabando en desorden. La Lucy que creció en la selva no es la misma que la Lucy que se instaló en Lima porque le comienzan a pasar un montón de cosas. Ella llega con toda su inocencia y se le presentan un montón de obstáculos. Entonces el juego de grabar en desorden hace que en un mismo día sea la Lucy que creció en la selva y la que llegó a Lima, la misma en esencia pero con otros matices. Cambiaba la forma en que se vestía, cómo se peinaba, era diferente hasta su forma de hablar y pensar. Eso había que tenerlo en claro para poder grabar y que no se sienta esa diferencia.
Miguel Zuloaga ha dicho que no vas a decepcionar. ¿Cómo estás tomando el tema de las expectativas y las críticas?
Creo que es normal sentir ansiedad, es bueno dejar que esos sentimientos salgan. Con el tema de las críticas ya he aprendido hace tiempo que son para tomarlas, procesarlas y sacarles lo positivo que es en qué puedo mejorar a futuro. Si me critican porque me faltó algo, eso lo utilizaré para cuando se me presente otra oportunidad de actuar. Nadie nace sabiendo. Se aprende en el camino. Me quedo tranquila sabiendo que me he esforzado, que le he puesto alma, corazón y vida a la novela, que me he comprometido con mi equipo y conmigo misma.
¿Te molesta que las críticas señalen más los errores que los aciertos?
Esto viene desde hace tiempo, en vez de dar una crítica constructiva hay todo este bullying en las redes, tratando de herir. Pero es parte del trabajo también y con algunos comentarios hay que hacer oídos sordos.
Cuéntame alguna anécdota que te haya ocurrido durante la grabación.
Esto que te contaba sobre el llanto me pasó también cuando grabábamos. Fue una escena con Denise, conectamos tanto que acabamos llorando las dos. La escena quedó espectacular, pero cuando dijeron corten ¿qué crees? Alondra no paraba de llorar. Ya teníamos que grabar la siguiente escena y yo seguía. Mi directora me decía, Alondra, necesito que te calmes porque tenemos que grabar la siguiente escena. Fueron como 40 minutos, eso en el mundo del rodaje es uff. Allí te cambias, te maquillas y ya estás marcando el libreto de la siguiente escena. No pude grabar y tuvieron que pasar a otro episodio.
¿Y cuándo estaban en la selva?
Hay una parte en la novela en que intento escapar del campamento y me toca grabar con una serpiente. Yo les tengo terror, fobia. Lo peor es que no era una que habían adiestrado sino una que encontraron por ahí. Pero mira cómo es cuando te conectas con el personaje, te da valentía. Me dije tengo que ser profesional. Tuve que acercarme lo más posible a la serpiente y lo logré. Me han pasado estas cosas que yo como Alondra probablemente nunca habría hecho, pero como Lucy me sentía envalentonada para realizar cualquier reto.
¿Tienes algún nuevo proyecto actoral en marcha?
La verdad no. Iba a estar en “Princesas”, como Rapunzel, pero las grabaciones de esta producción se aplazaron un poco y yo en ese interín ya tenía el proyecto de mi restaurante, así que decidí dedicarme a él porque necesitaba y aún necesita de toda mi atención. Hasta que mi restaurante camine solo me voy a dedicar de lleno a él. Y si luego se me presenta otra oportunidad, definitivamente sí me gustaría volver a actuar.
Eres empresaria, modelo, actriz, pero si tuvieras que elegir solo una de estas facetas ¿cuál sería?
Me la pones difícil. No podría escoger. Soy modelo desde los 13 años, incluso estar en este mundo hizo que estudie diseño de modas, tengo pasión por el modelaje. Pero la actuación me ha parecido una de las experiencias más bonitas que he tenido en mi vida, no podría descartarlo. Y como empresaria, la verdad que el día que logré abrir mi restaurante después de tanto trabajo, fue una sensación indescriptible porque es algo tuyo. Y además porque funcionó, tuvo buena acogida, tiene mucho de mí y de mi socia, aunque sé que en estos momentos estamos con la incertidumbre de qué es lo que podría pasar.
¿Estás planeando algún otro negocio?
No puedo contar mucho porque no tengo idea si se va a poder a poder lanzar este año. No es un proyecto completamente mío, pero yo estoy detrás bastante tiempo. Es ultrasecreto, pero te adelanto que tiene que ver con ropa, es del mundo de las modas.
¿Crees en el destino?
Siempre he creído que si algo es, es porque dios así lo quiso. Y que si en algún momento no nos está dando lo que queremos es porque tiene algo mejor para nosotros en el futuro. Por ejemplo, yo estoy convencida que si mi mamita no hubiera fallecido yo no estaría haciendo las cosas que hago hoy en día. Entonces, quizás eso estaba escrito, que ella se despidiera temprano para que yo me convirtiera en una mujer más fuerte, más madura. Quizás esto ha tenido que pasar para que yo pueda estar en donde ahora estoy.
¿Eres muy creyente?
Bastante, y soy también agradecida, creo que él todo lo mueve. Ya sea en mi relación, en mi trabajo, en todo. Él está ahí conmigo.
La ayuda social no te es ajena. Eres parte del proyecto de Vidawasi, un hospital oncológico para niños.
Me invitaron hace un año como embajadora. Varias veces me han llamado diferente ONG, pero no lograba vincularme mucho con los proyectos. Viajé a Urubamba y cuando llegué, no puedo explicarte lo que es. Es una ciudad mágica donde se podrán salvar miles de vidas de niños y va a ser el quinto hospital oncológico de cáncer infantil del mundo. Es un proyecto enorme. Jesús Dongo, el fundador, me contó toda la historia que está ligada a un milagro de dios. Ahora la idea es tratar de unir fuerzas y terminar de construir este hospital. Hay villas para el postoperatorio, albergue para los padres. Han creado toda una ciudad, hasta hay un anfiteatro. El primer pabellón construido es para trasplante de médula y un banco de sangre. Pero falta construir los otros ocho pabellones.
Estás pasando la cuarentena en Brasil, ¿cómo es tu día por allá?
Me ejercito aunque sea un ratito para mantener la mente en calma y el buen ánimo. Estoy leyendo un poco más y también trabajando bastante. He terminado de leer “Muchas vidas, muchos maestros” de Brian Weiss, y me he comprado una novela de Benedetti. Y bueno, estoy trabajando lo de mi restaurante, que como sabes todo se ha parado.
¿Ya tiene alguna estrategia para enfrentar la coyuntura?
La idea es reinventarnos y estamos viendo de qué forma vamos a relanzar nuestro emprendimiento. Sería una pena perder todo después de tanto trabajo. Así que estamos esperando que den la orden de cuándo podríamos empezar a atender mediante delivery. Por ahora estamos corriendo con la creación de la página web, que Mercatto Verde no tenía. Vamos a reestructurar todo, por si en algún momento podemos atender. Vamos a mantener, por supuesto, todas las medidas de sanidad necesarias para ser un restaurante confiable.
Te veo muy activa. ¿Te imaginas una vida como ama de casa, por ejemplo?
Admiro y respeto muchísimo esta labor y me gustaría en el momento que decida tener hijos dedicarles todo el tiempo del mundo, pero siempre vería la forma en que puedo trabajar.
Eres muy independiente en ese sentido.
He trabajado desde chica estoy acostumbrada a este ajetreo. He visto también trabajar siempre a mis papás. Tengo eso como ejemplo y tengo mucha energía. Así que siempre creo que voy a buscar la forma, así esté en un momento de para, de trabajar aunque sea desde casa.
¿Con qué actividad te relajas?
Me encanta tirarme en mi cama, bañadita y empijamada y ponerme a ver una película o serie.
¿Cuáles has estado viendo estos días?
Mejor pregúntame que no he visto (risas). Me he volteado el horario. Hay series que veo y no puedo apagar la televisión. Después pienso en que me tengo que levantar temprano y ay qué horrible. En esta cuarentena he visto “Elite”, las últimas dos temporadas de “La casa de papel”, “Vivir sin permiso” es buenísima. Me han recomendado también “Poco ortodoxa”. La última película que vi ha sido “Pasante de moda”, con Anne Hathawey y Robert Niro.
Más información
Canal: América TV.
Horario: Se estrena el 20 de abril y va de lunes a viernes a las 9:30 p.m.