Pamela Díaz
A veces buscamos una motivación extra para arreglarnos más de lo normal y llamar su atención, solo la de él, sin que nadie más se dé cuenta. De pronto, hacer las cosas bien ya no se enfoca en la superación laboral, ni tampoco en lograr ese ascenso: quieres impresionarlo y que le quede claro que tienes la respuesta correcta. De ahí la conversación es más sólida. ¿Pero qué sucede cuando esa persona es tu jefe? Si las experiencias de colegas y amigas a mi alrededor son ejemplo de algo, vale la pena considerar riesgos, beneficios y sobre todo, el aprendizaje de una situación. Así. Enamorarte de tu jefe y él de ti, puede ser una aventura, pero también una pesadilla. Lo importante es que tengan claro que no será una relación fácil, y que tengas claros tus valores y ética profesional, y que encajen con los de él.
Queda claro que si deciden comenzar una relación amorosa no traten de ocultarla, así harán que la relación sea tomada en serio y que ocultarlo no es sinónimo de hacer las cosas bien. Evitarán rumores, chismes y conversaciones de pasillo que no sumarán a sus tareas diarias. Cuenta Claudia G., de 30 años: «Mis colegas notaron una relación ‘out of the record’, lo cual no me importó en su momento, hasta que pasé a ser de la engreída del jefe a la odiada del área… El desenfoque que tuve laboralmente me costó oportunidades valiosas y distanciamiento de mis compañeros, fui un rumor de la empresa, y no tuve más remedio que cambiar de trabajo».
Por eso la discreción es clave. Lo recomendable es tener prudencia con las redes sociales, que aunque nos ayudan a conectarnos con el resto, también permiten que otras personas que no conocen las situaciones laborales en que nos encontramos opinen o se entrometan. En una situación como esta, donde podrías terminar perdiendo la relación o el empleo, basta con contarle a las personas que realmente importan que estamos en una relación.
Una de esas personas es el encargado de Recursos Humanos, quien conoce los lineamientos y políticas respecto a ese tipo de relaciones y puede aclarar cualquier duda. Si te involucras con tu jefe directo, debe quedar claro cuál es la política de tu empleador y también asegurarse de que no existe abuso de autoridad ni favoritismo.
Es importante que recuerdes que ambos deben mantener el compromiso con los objetivos de la empresa, aunque eso implique ir en caminos separados, es decir, tendrán que tomar decisiones que estén basadas en los lineamientos que les compete, mas no a los que los beneficien como pareja.
Tener una relación sana y duradera (dentro o fuera del espacio de trabajo) no es fácil. Asume los riesgos con cautela y cordura, disfruta de los beneficios de tener a tu pareja al lado, llevando a la oficina lo más positivo de la relación que es el compañerismo y dejando las diferencias para momentos privados y de conversación fuera de oficina.