A los pocos días de iniciada la cuarentena, un anuncio nos sorprendió gratamente: “Desde que se tomó la medida del aislamiento social han bajado significativamente los valores de material particulado en el aire en Lima. Estamos a menos de la mitad de lo que teníamos hace tres años”, señaló entonces la ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, en entrevista exclusiva con El Comercio.
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En medio de toda la incertidumbre generada por la propagación del nuevo coronavirus, esta noticia era casi como un premio por quedarnos en casa. Muchos intuíamos que vivíamos en una ciudad contaminada, pero seguramente pocos sabían lo terriblemente mal que andaba nuestra calidad del aire.
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Mónica Abarca, ingeniera mecatrónica de la Universidad Católica, se interesó por mejorar esta realidad en el último año de su carrera. Era el 2013 y los drones eran la gran novedad, ella empezó a estudiar las posibilidades de esas máquinas voladoras y se dio cuenta que también podían servir para hacer más accesible el monitoreo de la calidad del aire.
“En Estados Unidos, Europa o China inclusive con la mala calidad del aire que hay allá tienen redes amplias de monitoreo, pero en países de América Latina, Centroamérica o África no existen esas redes, no hay data, ya que la capacidad de inversión de las entidades es menor, entonces hay que crear metodologías alternativas que sean de menor costo para ampliar esta red de monitoreo y que las entidades puedan generar data de su realidad”. Ese es el objetivo de Mónica, que todos podamos conocer la calidad del aire que respiramos y ser conscientes de la necesidad de mejorarlo.
Así fundó qAIRa, el startup que llevó a Mónica a ser considerada como la Mejor Emprendedora en el Seedstars Summit 2017, la competencia global más importante de emprendimientos para mercados emergentes, y a trabajar con organismos como Concytec, Innóvate Perú, UNICEF, USAID y el Banco Mundial.
El 6 de mayo pasado, Mónica participó en el Women Rock-IT en Español, organizado por Cisco, y el próximo jueves 28 de mayo estará en el evento mundial Women In Tech, como parte de la delegación peruana.
- El confinamiento le ha dado un respiro al medioambiente y la calidad del aire en Lima mejoró notablemente. ¿Necesitábamos esto para darnos cuenta de lo mal que estábamos?
- Creo que la contaminación del aire es un problema que no es muy visible. La gente no sabe el daño que le hace a sus sistema respiratorio y cardiovascular respirar de forma constante niveles dañinos de calidad del aire. Las personas que son más sensibles a estos temas son los que desarrollan enfermedades respiratorias y cardiovasculares que después los van a llevar a morir a una edad temprana. No es una muerte rápida como en un accidente o como otra situación, pero la OMS cataloga a la mala calidad del aire como un factor importante de mortalidad. Ellos indican que al año mueren alrededor de 7 millones de personas por la mala calidad del aire en el mundo y Lima al 2018 estaba ubicada como la segunda ciudad más contaminada por polvo de 10 micrometros de diámetro en América Latina.
- La carencia de áreas verdes y el mal sistema de transporte público agravan la situación
- Lima es una ciudad complicada porque tiene zonas donde no hay pistas, entonces pasan los carros, pasan los camiones y aparte de que botan monóxido de carbono levantan un polvo que directamente respiran las personas. Eso pasa más en Lima Este, en Chosica y Chaclacayo donde hay zonas con pistas malogradas.
- ¿Poder medir la calidad del aire ayuda en tiempos de pandemia?
- En el contexto del coronavirus toma mayor relevancia porque ya hay varios estudios que están relacionando la mala calidad del aire con la letalidad y la expansión del COVID-19, y son estudios de universidades como Harvard, entidades en Italia, en España que están encontrando estas relaciones. El estudio de Harvard, por ejemplo, encontró que en ciudades de Estados Unidos donde se aumentaba tan solo en 1 microgramo por centímetro cúbico el nivel de polvo en el aire la letalidad del COVID-19 aumentaba en 8%. Son cosas que se van encontrando y se van tratando de entender mejor, pero ahí te das cuenta que se necesita tener información, se necesita medir las cosas para poder controlarlas.
- ¿Qué parámetros se pueden obtener a través de los drones de qAIRa?
- Nosotros ahorita tenemos dos formas de monitoreo, con drones y con unos módulos, que son equipos pequeños que colocamos en postes o en techos para hacer una medición continua. Con el dron lo que obtienes es información del momento en el que estás volando, y con los módulos obtenemos información diaria y permanente. Nosotros hemos visto que los valores de varios parámetros se han reducido de manera importante y para ser más específicos, por ejemplo, el monóxido de carbono en las zonas donde las emisiones de tránsito vehicular han sido más fuertes como la avenida Argentina se han desplomado. Los valores que antes tenían se han reducido en casi 90%. Pero hay otras partes de Lima donde la reducción no ha sido tan fuerte, eso te da una idea de los puntos donde se está acatando de mejor manera la restricción y dónde necesitas poner más gente para que controle.
- ¿En qué zonas de Lima están midiendo la calidad del aire?
- Nosotros venimos trabajando con tres municipalidades en el despliegue de estas redes de monitoreo, con la Municipalidad Metropolitana de Lima, la de Miraflores y San Borja. Quisiera mencionar más el trabajo con Lima porque con ellos hemos podido ver los planes de acción que se están tomando a partir de la data que están obteniendo estos equipos. Ellos están implementando la red de ciclovías, están implementando varias zonas de cercado de Lima para que sean solamente para peatones, y están buscando ampliar la red de monitoreo para poder ver qué otras medidas tomar en otros puntos de Cercado.
- ¿Y cualquiera puede consultar esa data?
- La data es libre y está en la web qAIRa Map. Son siete puntos que estamos midiendo, cinco en Cercado, uno en Miraflores y uno en San Borja. Si bien estamos midiendo solo en estos puntos ahora (la cuarentena nos detuvo porque la red original es de 15 así que tenemos pendiente completar la red), vamos a crecer. Con la Municipalidad de Lima estamos colocando unos 10 módulos más y nuestros planes de expansión contemplan tener unos 50 módulos colocados en Lima dentro de tres meses a más tardar. Toda esa data no solo va a permitir saber cómo es la calidad del aire en estos días, estamos trabajando con el grupo de inteligencia artificial de la Universidad Católica para hacer predicciones de la calidad del aire, eso permitirá que se pueda conocer en base a toda la información histórica cómo se va a comportar mañana la calidad del aire o cómo se comporta en puntos donde yo no estoy midiendo. Eso va a permitir no tener que estar llenando la ciudad de módulos.
Además, tenemos un fondo de innovación con UNICEF, somos unas de las seis startups del mundo que seleccionaron para invertir, y justo lo que ellos quieren es que esta red crezca, que esta aplicación web llegue a más personas y que llegue a los niños, que sea interactivo, que la gente se concientice y que conozca cómo es la calidad del aire que está respirando.
- ¿Qué otras soluciones pueden ofrecer los drones?
- Nosotros trabajamos también en la selva de Madre de Dios, tenemos un proyecto con la agencia de desarrollo de los Estados Unidos (USAID) para hacer monitoreo de actividades ilegales en la región y ayudar a las comunidades a que protejan sus espacios. Justamente ahí trabajamos con drones que permiten detectar en qué espacios se está haciendo tala o minería ilegal, eso lo trabajamos con la Asociación para la Conservación de la Cuenca Amazónica (ACCA), que son nuestros partners en la zona. Los drones incluso te permiten hacer monitoreo nocturno a través de cámaras térmicas.
En nuestra rama de Smart Industry tenemos una solución bastante avanzada que es una de las pocas en la región que se le llama un sistema drone in the box (drone en la caja). Es un drone que va dentro de un hangar, que viene a ser una estación desde donde despega, aterriza y recarga sus baterías de forma automática. Todo esto es controlado de forma remota, desde tu laptop o tu celular; entras a la aplicación web, mandas a volar el drone y puedes ver lo que está viendo el drone en tiempo real. Esa es la carta de presentación más importante que tenemos en la rama industrial.
- Uno a veces imagina que en el futuro veremos el cielo repleto de drones entregando encargos, grabando, tomando fotos, monitoreando el aire. ¿Qué tan cierto es eso?
- Definitivamente. Cada país va a ir avanzando diferente en cuanto a la regulación que vayan colocando, pero sí es un hecho que estas tecnologías van a seguir evolucionando, hace dos años los drones solo volaban 25 o 30 minutos, hoy en día hay drones que vuelan horas y con diferentes tipos de energía. Hace unos años necesitabas un piloto ahora todo es autónomo y puedes tener un hangar y que todo funcione de forma automática. Hay países en los que ya se está tratando de reglamentar cómo sería el tráfico aéreo con los drones, hay compañías en el mundo que tienen sistemas de navegación como los que tienen los aviones. Las compañías y el mundo están avanzando hacia ello.//
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Calidad del aire mejoró considerablemente durante los primeros días de cuarentena
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