La luz azul promueve la formación de radicales libres, que generan envejecimiento prematuro en la piel. (Foto: iStock).
La luz azul promueve la formación de radicales libres, que generan envejecimiento prematuro en la piel. (Foto: iStock).
/ sapozhnik
Luciana Villegas

¿Cuántas veces te has levantado y has prendido el celular? En muchas ocasiones es el primer aparato con el que tenemos contacto, incluso antes de estar conscientes por completo. Y aunque esa interacción parezca inofensiva, lo cierto es que el uso de estos artefactos tecnológicos afectan nuestra salud a diario. La razón se esconde detrás de la pantalla: la inquietante pero no tan famosa, .

Los peligros de la luz azul

Las computadoras, celulares, tabletas, televisores y hasta los focos de luz LED son emisores de luz azul. Hoy vivimos rodeados de esta luz pero desconocemos sus implicancias en nuestras vidas. Entonces, ¿de qué hablamos cuando nos referimos a la luz azul? La luz azul es un tipo de luz dentro de todo el espectro, que se caracteriza por tener ondas cortas y ser visible al ojo humano.

A diferencia de la luz ultravioleta (UV), que se sabe promueve el envejecimiento de la y el cáncer, aún no se conoce a detalle las consecuencias graves de la luz azul a largo plazo. Sin embargo, se tiene claro que afecta a la retina y al ciclo de regeneración del cuerpo, al reducir la liberación de melatonina e interrumpir el sueño. Además, se ha comprobado que la luz azul afecta directamente al .

Sobre esto último, la médica dermatóloga Claudia Castillo señala que la luz azul promueve el envejecimiento de la piel. “La luz azul ayuda a la formación de radicales libres. Los radicales libres son los responsables de muchas de las manifestaciones que se ven en la piel en forma de envejecimiento como flacidez, manchas, arrugas o deshidratación”, explica. Cuando la luz azul atraviesa la piel, es absorbida por un químico llamado flavina. En ese proceso se producen moléculas inestables de oxígeno llamados radicales libres, que afectan a la piel.

Se ha comprobado que luz azul afecta negativamente la visión y la piel. (Foto: iStock).
Se ha comprobado que luz azul afecta negativamente la visión y la piel. (Foto: iStock).
/ Alexander Shelegov

Otro punto es que la luz azul activa la formación de melanina. La melanina es el pigmento de la piel. Cuando esta se acumula, se genera lo que conocemos como manchas  Es decir, la luz azul impulsa la aparición de manchas en la piel.

En América Latina, las mujeres llegan a los consultorios dermatológicos con dos problemas claros: las manchas y la grasa facial. Esto se debe a que las mujeres de ascendencia latina son más propensas a desarrollar hiperpigmentación. De hecho, es común que las mujeres latinas sufran hiperpigmentación post inflamatoria, lo que quiere decir que cuando se genera un daño de piel, la mancha dura más tiempo y es más oscura a comparación de las manchas en las pieles blancas. Lo que muchas de estas mujeres desconocen es que la luz azul promueve estas manchas.

Como si fuera poco, la luz azul tiene un tercer efecto en la piel: actúa como un obstáculo para la formación del colágeno. “Se ha visto que la luz azul puede detener la formación de fibroblastos que son los precursores del colágeno”, detalla Castillo.

¿Cómo protegerse de la luz azul?

La tecnología facilita la vida humana a diario. Es imposible pensar en eliminar por completo el uso de los aparatos tecnológicos en nuestro día a día, sin embargo existen formas de reducir el daño que estos generan en nuestra piel.

Primero, es importante entender que la luz azul se emite únicamente cuando el equipo electrónico está prendido. Por ejemplo, el celular en reposo al lado de la cama no emite luz azul. Se pueden hablar de otros problemas como la radiación, pero no de luz azul. La luz azul se emite cuando prendemos el celular, es luz visible.

Otro punto clave es la cercanía. Mientras más cerca se encuentre el aparato a nuestra piel, mayor daño se genera. Por eso, el celular es más dañino que el televisor, por ejemplo, pues suele estar muy cerca de nuestro rostro o manos.

Aunque resulta complicado, se recomienda suspender el uso de los aparatos tecnológicos a partir de las ocho o nueve de la noche. (Foto: iStock).
Aunque resulta complicado, se recomienda suspender el uso de los aparatos tecnológicos a partir de las ocho o nueve de la noche. (Foto: iStock).
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La doctora Castillo realiza una primera recomendación: reducir el uso del celular, tableta o computadora a partir de las ocho de la noche. Es importante aclarar que la luz azul no es del todo mala, de hecho promueve la agudeza mental y la atención. Por eso, la exposición a esta luz durante la noche puede interrumpir el ciclo del sueño, de regeneración del cuerpo. “El cuerpo humano tiene un ciclo que se llama ciclo circadiano. Básicamente, el cuerpo promueve sustancias para estar alerta o para dormir. En la mañana, el cortisol, la hormona que nos permite estar alertas, se eleva para poder cumplir con las actividades del día, pero a partir de cierta hora empieza a bajar. En ese momento cuando el cortisol baja, sube otro hormona llamada melatonina que se encarga del descanso”, explica la experta. Cuando el cuerpo continúa expuesto a pantallas durante la noche, la luz azul bloquea la síntesis de melatonina, la hormona que no solo se encarga del sueño y el descanso, también de la fase de regeneración del cuerpo. “La falta de un sueño adecuado puede traer consecuencias importantes para el cuerpo con el paso de los años”, agrega la dermatóloga.

La exposición a la luz azul durante la noche también trae consecuencias para la piel. “Lo que usualmente hacen las personas es realizar su rutina de piel y luego irse a la cama a ver el celular. Ahí están irradiándose de luz azul y no están usando protector solar. Incluso, pueden estar usando ciertas cremas o ácidos que se usan de noche que hacen que la piel esté más expuesta a la radiación que generan estos aparatos electrónicos”, comenta Castillo.

La segunda sugerencia es usar un protector solar dermatológico. La mayoría de estos productos vienen con protección de amplio espectro, protegiendo así contra la luz visible o luz azul. Es importante recalcar no solo el uso del protector solar, también su reaplicación. “No se trata solo de tener un buen bloqueador, también de saber usarlo. La recomendación es usarlo todos los días, invierno o verano, y replicarlo cada tres o cuatro horas”, detalla.

La línea de protección solar Anthelios de la marca La Roche Posay cuenta con productos que contra la luz azul. Además, protegen contra los rayos UVA largos que pueden penetrar hasta ventanas. La experta hace un hincapié en los bloqueadores solares con color porque tienen una protección extra a la piel. Estos productos suelen contar óxido de hierro que está demostrado protege la piel contra luz azul.

El uso del protector solar y la regulación de la luz azul en interiores y durante la noche, pueden ser un primer paso para proteger nuestra piel.

Más allá del usar un buen protector solar, es imprescindible replicarlo varias veces durante el día para asegurar su efectividad. (Foto: iStock).
Más allá del usar un buen protector solar, es imprescindible replicarlo varias veces durante el día para asegurar su efectividad. (Foto: iStock).







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