Angela Leyva: "Cuando entro a la cancha, me transformo"

Concentrada y cargada de adrenalina se para fuera de la cancha y, segundos después, lanza su mate ganador. Llega el punto para Perú y el público grita a todo pulmón la victoria. Escena final de muchos encuentros de vóley a la que Ángela Leyva nos tiene acostumbrados. Desde sus inicios, tiene poco más de una década inmersa en el mundo de la pelota y la net; ella es pieza clave para llevar al equipo peruano a la gloria.

Por esto, no sorprende que sus logros sean numerosos. En el 2015 fue elegida la mejor deportista según la Federación de Vóley del Perú. Reconocimiento que llegó para acompañar su título de Mejor atacante en el Mundial de Menores que se disputó en Tailandia, en el 2013, y de la Mejor y más popular voleibolista del mundo, el mismo año, según una encuesta por Internet que organizó el portal estadounidense Volleywood.net. Recordemos también que Ángela, a sus 18, llegó a ser la capitana de la selección de mayores de vóley del país. Con justa razón, los expertos del deporte del mate y la tribuna nacional la consideran la mejor voleibolista peruana. 
 
Ahora juega como atacante en el Club Universidad de San Martín de Porres, campeón vigente de la Liga Nacional Superior de Vóleibol y, por estos días, parte del Sudamericano de Clubes que se disputa en Brasil. Antes de viajar, imponente, con metro ochenta de estatura, nos recibe en su departamento de Surco. Con la naturalidad de sus veinte primaveras, habla de su legado. “Vengo de una familia de deportistas. Mi papá fue futbolista y mi mamá atleta, mi hermana Leslie es voleibolista y mi abuela materna también jugó vóley, y lo hizo junto a Lucha Fuentes”, dice, mientras observa a doña Patricia Tagle, su madre, su mejor amiga.

Entonces, todo queda en familia… 
Ahora queremos formar un club para entrenar chicas desde pequeñas. Muchas jóvenes admiran mi trabajo y quisiera ayudarlas a crecer en el vóley. Ya lo estamos viendo, aunque todavía no queremos decir mucho.

¿Cómo te ves de acá a unos años?
Quiero estudiar ciencias del deporte, quizá en la Universidad de Lima o en la UPC. Me gustaría ser entrenadora. Y seguiré en mi club. No sé hasta qué año, de repente me quede para siempre. 

Pero has declarado que piensas emigrar.
Todos los que tenemos sueños queremos irnos fuera a mejorar. Además, siendo sincera, por aquí el nivel del vóley es bajo, ¡ya es hora de que el Gobierno apoye al vóley como apoya al fútbol! Pero aún no sé cuándo me iré. Solo sé que cuando llegue el momento voy a estar lista. Y quiero aclarar: ningún contrato me prohíbe ir a jugar fuera.

Te han llamado de Turquía, España, Brasil, Japón… ¿Ya te decidiste? 
Para mi primera experiencia, quisiera  jugar vóley en Brasil o Italia. Tengo que ir a un buen club para aprender. No solo me iría por la plata.

Claro, aunque el vóley ya se convirtió en tu trabajo.
Sí, y me va bien. Estoy tranquila. Han llegado sponsors nuevos y otros han renovado. Soy la primera voleybolista peruana auspiciada por Adidas. Además, se vienen más propuestas. Estoy muy agradecida.