¿Cuándo fue la última vez que llevaste a tu perro a un examen preventivo? Lamentablemente, muchos dueños de mascotas subestiman la importancia de estos exámenes, y esperan que ocurra una emergencia para llevar a sus engreídos al veterinario.
Por eso, conversamos con el médico veterinario Augusto Baldoceda, quien nos explica en qué consisten estos chequeos, y por qué son importantes para asegurar el bienestar de las mascotas.
1. Ecografía abdominal completa: es una prueba para evaluar el estado de los órganos abdominales, que son estómago, intestino delgado, intestino grueso, páncreas, riñones, hígado, bazo, y vesícula biliar, así como de la glándulas adrenales y algunas arterias.
“Es importante, ya que hay perritos que pueden tener tumores, y sus dueños no se dan cuenta. Una vez vi el caso de una perrita que tenía el bazo reventado porque tenía un tumor, pero no mostraba síntomas. Una ecografía abdominal completa podría prever este tipo de emergencias”, explica el especialista.
2. Cistocentesis: es una punción a la vejiga que se realiza para tomar una muestra de orina. En animales, se toma la muestra punzando la vejiga.
“Es un procedimiento indoloro para la mascota, y se recomienda porque permite obtener una muestra de orina lo más limpia posible, ya que evita la contaminación de bacterias”, señala Baldoceda.
3. Examen de orina completo: la orina brinda mucha información, ya que puede descartar diabetes, infección urinaria, células inflamatorias (si hay algún tipo de células que podrían orientar sobre un cáncer), evaluar si los riñones están funcionando bien, y dar algún indicativo de enfermedades endocrinas o metabólicas.
4. Hemograma completo: a través del análisis de una muestra de sangre, este examen evidencia si hay anemia, qué tipo de anemia puede haber, y el estado de los glóbulos blancos y plaquetas.
“El hemograma nos puede orientar para saber si hay enfermedades. En Lima, la más común es la erliquia. Una mascota con anemia y plaquetas bajas, podría tener ehrlichiosis”, dice Baldoceda.
5. Perfil hepático y renal: un análisis de sangre también permite obtener información acerca de las enzimas hepáticas más importantes, ALP, GGT, entre otras; proteínas totales, bilirrubina total, así como la urea y la creatinina.
“Este examen busca saber si el hígado y el riñón están funcionando adecuadamente. Dependiendo de las sospechas que uno tenga, se solicitan exámenes más especializados”, explica el veterinario.
6. Estudio cardiológico completo: hay mascotas que no muestran síntomas, pero que podrían ser propensos a tener un síncope, o que podrían llegar a fallecer por un problema cardiaco.
“Hay perros que llegan descompensados al consultorio, debido a problemas cardiacos. Y todo eso se pudo haber evitado con un estudio previo. En Lima hay pocos cardiólogos, pero hay buenos profesionales, que pueden hacer buenos estudios cardiológicos”, resalta Baldoceda.
7. Chequeos neurológicos: si bien esto no suele realizarse en los chequeos generales, sí se debería tener en cuenta en el caso de perritos con condiciones neurológicas.
“Es común que los dueños pasen por alto que el perrito tenga crisis, movimientos raros y/o convulsiones. En estos casos, es importante pasar por una consulta con un neurólogo veterinario. Hay que recordar que un perro puede fallecer producto de una convulsión”, añade Baldoceda.
8. Radiografía de tórax: no es un estudio que se recomienda a menudo, pero sí es recomendable para evaluar el esófago, tráquea, corazón, pulmones, columna vertebral.
“En algunas razas se puede hacer una radiografía de cadera; por ejemplo, en pastores alemanes, golden retriever, mascotas que suelen tener displasia de cadera”, enfatiza el veterinario.
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