¿Acabas de poner la última bola en tu árbol de Navidad? Antes de que le tomes una foto y la subas a Instagram, te recomendamos estar pendiente de los pasos de tu mascota.
Y es que, si tienes un perro en casa y él tiene acceso a la sala, es muy probable que quiera dejar su huella debajo del árbol. “Cuando llega un objeto nuevo al hogar, lo primero que va hacer un perro macho es identificarlo y tratar de marcarlo”, explica Marisol León, veterinaria y etóloga.
Corregir antes que lamentar
La fórmula más sencilla para evitar que ocurra una desgracia con tu decoración navideña es impedir que tu mascota esté en la sala durante tu ausencia.
“El perro no debe tener acceso desatendido al árbol de Navidad. Es necesario supervisarlo continuamente y, si hace falta, colocarle una correa que permita llevarlo afuera rápidamente y mantenerlo bajo control”, señala Christine Spitta, especialista en educación y comportamiento canino.
Observar los pasos de tu mascota también es muy importante. Por ejemplo, si camina en círculos nerviosamente o huele intensivamente el suelo, esto podría evidenciar sus ganas de utilizar el árbol como baño.
“Actúa con urgencia: apenas intuyas u observes uno de estos comportamientos, llévalo inmediatamente al lugar donde deseas que haga sus necesidades. Al llegar, dale el tiempo necesario para orinar y no sueltes la correa”, agrega Spitta. En esa línea, la experta aconseja premiar a nuestra mascota con una galleta o un “muy bien” si se aleja del árbol.
“Si lo encuentras olfateando y levantando la pata, puedes hacer un ruido fuerte con el pie, aplaudir o decirle ‘no’. Puedes evitar que realice el acto adelantándote a acción. Si no estás presente, después no puedes venir y castigarlo”, expresa León.
Eso sí: no castigues a tu perro si ocurre un accidente y ni siquiera pienses en recurrir a la violencia para erradicar algún tipo de conducta negativa.
“Es tu responsabilidad asegurarte que el perro salga tan a menudo como sea necesario. Si lo sorprendes haciendo sus necesidades adentro, llámale la atención, interrúmpelo y condúcelo inmediatamente afuera”, puntualiza Spitta.
Limpiar a profundidad
Si tu perro ya orinó en el árbol de Navidad y este artículo ha llegado tarde a tu vida, debes limpiar correctamente la zona en la que orinó. Aunque se cree que el alcohol, la lejía o el vinagre son buenos aliados de limpieza, la verdad es que necesitas un producto más específico.
“Cuando el perro orina y defeca, impregna partículas biológicas. Por eso, cuando orina en un área, regresa, olfatea y vuelve a orinar en esa misma área. ¿Qué se recomienda? Utilizar un limpiador enzimático que digiera las partículas biológicas”, profundiza León.
La etóloga sugiere comporar el Urine Destroyer (producto que se puede encontrar en Amazon). “Aunque funciona, es más fácil evitar el problema a limpiar y después solucionar”, apunta.
Por último y no menos importante, elimina cualquier tipo de peligro que pueda perjudicar a tu perro. “Si las bolas del árbol de Navidad cuelgan demasiado bajo, pueden caerse y romperse durante el juego o por movimiento de su cola, y así causar heridas cuando se pisan”, resalta Spitta.
Además, algunas mascotas confunden las bolas de Navidad con juguetes. Y, al ser objetos elaborados con piezas decorativas pequeñas e, incluso, tóxicas, pueden ser perjudiciales, ya que existe el riesgo de obstrucción gástrica o intestinal.
Por eso, si tienes perros en casa, debes estar al tanto de cómo los eventos especiales del año pueden influir en su rutina para hacer que cada fecha especial sea lo más llevadera posible para él y tu familia. “No existe una edad mínima ni máxima para aprender algo nuevo. Empieza hoy mismo a mostrarle lo que está permitido y lo que no debe hacer”, aclara la educadora canina.
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