Conoce la importancia del asesoramiento nutricional a padres con hijos pequeños

Que un niño tenga una buena alimentación permite que crezca y se desarrolle plenamente en todas sus etapas, por ello es importante que los padres le proporcionen todo lo que esté a su alcance para gozar de una buena salud física y mental. La nutricionista Karla Courreges, en diálogo con Bienestar de El Comercio, nos cuenta cómo hacer que la alimentación de los pequeños sea más saludable.

Para que esto se pueda cumplir, los padres necesitan tener, en un principio, buenos hábitos, ya que todo eso lo transmitirán a sus hijos.

“Es importante que incluyamos a los pequeños las verduras y frutas, y todo lo que sea natural. Un error común es darles de comer muchos alimentos procesados, cuando lo mejor es optar por algo más natural para que ellos tengan un mejor rendimiento mental y físico”, asegura Courreges.

Consecuencias de una mala alimentación

Cuando un niño tiene una mala alimentación, no se va a presenciar al instante. Es un cambio a largo plazo que puede incluir una deficiencia de hierro, la cual se produce porque no llega el oxígeno adecuadamente a nuestro cerebro.

“Otro problema es el de atención. Puede ser que el niño no tenga un buen desempeño en el colegio ni en sus estudios en casa. Además, corren el riesgo de no tener un buen estándar de peso y altura; podrían ser un poco más bajos o padecer problemas de sobrepeso”, afirma la experta.

Courreges sugiere organizar un menú en la casa para que los padres se puedan organizar con la comida de los hijos. Se van quitando o aumentando cosas según los gustos que va desarrollando el niño.

¿Qué debe llevar nuestro menú semanal?

Alimentos que deben estar en el menú semanal:

• Frutas y verduras.
• Grasas saludables (frutos secos, mantequilla de maní o esas que se pueden preparar desde casa, leche de almendras).
• Proteína (Pescado, pollo, pavita, la carne no es recomendable comerla tan seguido).
• Cereales (Quinua, arroz integral, trigo).
• Menestras (Pallares, alverjitas, lentejas, frijoles).
• Tubérculos (Papa, camote, yuca).
• Aceites saludables (Palta, aceitunas).