La empleabilidad es también una actitud
Publicado en diario El Comercio (Perú), el 28/04/2019
Aunque hemos escrito mucho sobre empleabilidad, a diario sigo escuchando de los errores que cometen quienes aún prefieren sentirse inmunes a las vicisitudes del mundo del trabajo, hasta que les toca enfrentarlas cara a cara. Y allí es cuando descubren que no se han mantenido tan relevantes o vigentes como pensaban, que no desarrollaron su nivel de empleabilidad, su marca personal o su red de confianza proactivamente, al nivel suficiente para seguir evolucionando en su carrera o recolocarse, si es el caso, sin grandes angustias. Comparto algunos aprendizajes:
l.Tener un trabajo no es lo mismo que tener un buen nivel de empleabilidad. Se trata de una actitud: empleabilidad es la disposición de mantenernos vigentes y relevantes; también es la demanda que nuestra marca personal y nuestros servicios tienen en el mercado laboral,
2.Esa demanda por nuestros servicios profesionales es lo único que nos puede dar un cierto nivel de “tranquilidad” ya que, gracias a esa demanda o “jale profesional”, podremos ser considerados para otras posiciones o conseguir otro trabajo-o clientes para nuestros servicios – cuando queramos o necesitemos.
3. Nuestros servicios profesionales valen en función de la demanda que tienen y serán reconocidos como buenos o excelentes solamente si podemos sustentarlos con data real de logros y resultados. Eso suena difícil ya que no todo es fácil de cuantificar, pero recordemos que no nos pagan por ir a trabajar sino para, asertivamente, contribuir al resultado y agregar valor.
4. Las buenas referencias que de nosotros den quienes son parte de nuestra red de confianza que avalan nuestra reputación, ética, actitud, talento y desempeño, son fundamentales para elevar nuestro nivel de empleabilidad.
5. Ningún trabajo es seguro ni es un derecho ganado. Ninguna empresa puede garantizar su propia continuidad y menos garantizamos el trabajo. La falsa seguridad del “trabajo seguro”puede jugarnos una mala pasada a cualquier edad. Los trabajos duran mientras nos convengan a ambos, empresa y colaboradores.
6. Lo único que podrá defendemos de un desempleo prolongado o de la infelicidad laboral- es nuestro nivel de empleabilidad y el valor de nuestra marca personal. El precio de estar en el mercado muchos meses buscando trabajo es muy alto como para descuidar nuestra marca y nuestra carrera mientras tenemos trabajo.
7. El trabajo nos lo tenemos que ganar, en serio, cada día de la semana, agregando valor. Es clave evitar la complacencia y por supuesto la arrogancia que a veces trae el éxito. Cambios inesperados nos suceden a todos; incluso a quienes son muy exitosos en su carrera o su vida.
8. Todos los trabajos tienen un comienzo y un final; pueden durar meses o muchos años, pero tarde o temprano todos acaban. Esa realidad es a veces dura de aceptar pero debe ayudar a enfocamos en que nosotros somos totalmente responsables de nuestra carrera y servicios, de nuestro nivel de relevancia, vigencia, eficiencia y productividad. Y por supuesto, ¡de nuestra actitud para manejar nuestra carrera como nuestro mejor negocio propio!