Keny Feijoo
Para empezar, lo ideal es conseguir una casa o departamento que permita cierta privacidad a ambas personas y optar por una decoración que se adapte a sus gustos por igual. Tenga en cuenta que no es necesario llenar el espacio -desde un principio- con varios muebles, sino que puede introducir solo los elementos necesarios para empezar a vivir cómodamente. Por ejemplo: un comedor de diario en lugar de un gran comedor, una cama de dos plazas y no una queen, o una sala formada solo por un sofá de dos cuerpos, una butaca y una mesa de centro. Lo importante es empezar con lo básico y funcional.
“Si el espacio es pequeño, se recomiendan los muebles empotrados que sinteticen varias funciones, como un librero que sirva como centro de entretenimiento, sofás seccionales con una mesa lateral incorporada, gabinetes para acomodar el bar en la parte superior y guardar la mantelería u otras cosas en los cajones, mesas de centro con doble tablero, etc.”, explica la diseñadora de interiores Elena Testino, de Casa Chic.
Además, independientemente del tamaño del espacio, en la habitación puede integrar un gran clóset en lugar de dos y compartirlo. Todo ello le permitirá ahorrar espacio y vivir cómodamente.
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