Solo entre marzo y julio del 2020, en el Perú, un total de 900 casos de violación sexual fueron atendidos por el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP). De estos, 71% tuvieron como víctimas a menores de edad: 600 niñas y adolescentes mujeres y 40 niños y adolescentes varones. Si queremos corregir esto desde la raíz, es indispensable prevenir desde la educación, pero ¿de qué manera se podría actuar?
Para Marilú Martens, ex ministra de Educación, pese a que los abusos sexuales son sancionados penalmente, esto no actúa sobre el problema sino sobre la consecuencia. “Para trabajar sobre la causas se trabaja con educación”, señaló en entrevista con los corresponsales escolares de El Comercio. Esta es una problemática que se acentúa en zonas del país con bajos recursos, donde los adolescentes no tienen suficiente información acerca de su sexualidad y del riesgo del embarazo temprano, lo cual arriesga su futuro y desarrollo, llegando a poner en peligro, también, la vida de la adolescente gestante.
Una de las herramientas para poder combatir este tipo de situaciones, desde la escuela, es el enfoque de género. Según la especialista en Educación, Género y Desarrollo Internacional, Melissa Guadalupe Huertas, “el enfoque de género permite ver la realidad desde el ángulo de cómo son las relaciones entre hombres y mujeres”.
“La educación ayuda a modelar las formas positivas de relacionarse entre hombres y mujeres, entre niños y niñas, adolescentes y adultos. Es así que la educación tiene un gran poder, pues nos muestra cuál es el modelo de interacción saludable, cuáles son los comportamientos y las interacciones buenas que podemos seguir y repetir”, indica Guadalupe.
Los maestros, al ser quienes se ocupan de los niños y niñas, no solamente deben manejar el concepto de enseñanza. También el convencimiento de que necesitamos enseñar a nuestros estudiantes la educación sexual integral y deben tener clarísimo cuáles son las consecuencias”, señala Martens.
Ambas especialistas coinciden en que se debe fortalecer a los docentes a través de capacitaciones, para poder dotarlos de herramientas que contribuyan en la implementación del enfoque de género, que ya se viene trabajando desde el Estado, a través del currículo nacional.
Las expertas sostienen que, al abordar estos temas de violencia de género, no solo se debe hablar de sexualidad sino también corregir situaciones difíciles de nuestra sociedad, como las relaciones desiguales entre hombres y mujeres, aprendidas desde temprana edad.