La selección italiana celebró en terreno visitante. El cuadro comandado por el técnico Roberto Mancini, después de un agitado mes de competencia, pudo llegar al mítico estadio de Wembley para convertirse en el nuevo monarca del continente y alzar el ansiado trofeo en la casa de Inglaterra, su rival de este domingo.
La historia empezó en solo dos minutos con la conquista de Luke Shaw. Pero, la ‘Nazionale’ emparejó la cuenta mediante un tanto de Leonardo Bonucci en la etapa complementaria y con el 1-1 se fueron a la prórroga, media hora en la hubo un par de acciones peligrosas, pero que no fueron suficientes para mover la cuenta.
Ya en la tanda de los penales, la figura del portero Gianluigi Donnaruma apareció para atajar dos penales claves. Jadon Sancho y Bukayo Saka perdieron el duelo contra el espigado guardameta y de esa manera consiguieron vencer por 3-2 ante miles de aficionados que llegaron al coloso de Londres con la ilusión de ver campeón a los ‘Tres Leones’.
Es la primera Eurocopa para Italia desde 1968, la que le niega la gloria a Inglaterra 55 años después de su último título internacional, en una final que empezó prometiendo locura y acabó por todo lo alto. Además, la ‘Azzurri’ ganó un trofeo internacional por primera vez desde el Mundial en Alemania 2006.
No había otra manera de acabar la Eurocopa más loca de todas que con el gol más rápido de la historia de las finales. Menos de dos minutos tardó Inglaterra en enrabietar a su hinchada, loca por pegar saltos, quitarse la camiseta y celebrar algo 55 años después.