Ronald Koeman reorganiza al Barcelona: ¿Qué fue de la vida de los hombres del ‘Dream Team’ del 92?

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El mote de "equipo soñado" se lo acuñó la prensa internacional a la selección de básquet de Estados Unidos, que ese mismo 1992 llegaba a los Juegos Olímpicos de Barcelona con un equipo conformado por jugadores profesionales de la NBA. Michael Jordan, Scottie Pippen, Larry Bird, Patrick Ewing, Karl Malone y Magic Johnson, entre otros, conformaron un equipo que arrasó en tierras catalanas y se quedó con la medalla de oro.

El suceso emparejó la gloria estadounidense con la hazaña del FC Barcelona de Johan Cruyff, que había derrotado en la final de la última Copa de Europa (al año siguiente pasó a llamarse Champions League) al Sampdoria de Italia. Ellos 'Dream Team', nosotros 'Dream Team', pensaron en España. Y listo, en adelante cada vez que había que mencionar a ese plantel blaugrana, aparecía la referencia al equipo soñado. Y vaya que lo fue.

Si la Holanda de Rinus Michels presentó al mundo el "Fútbol Total" en el Mundial de Alemania 1974, más de una década después, el Barcelona recuperó esta esencia y con Johan Cruyff en el banco y jugadores como Zubizarreta, Koeman, Guardiola, Stoichkov, Bakero, Laudrup y Amor intentó llevarla a la perfección. Cuatro ligas españolas, una Copa del Rey, tres Supercopa de España, una Copa de Europa, una Recopa y una Supercopa de la UEFA son la mejor muestra de lo que consiguieron en esta época.

En la línea del tiempo, el camino de este equipo comenzó a labrarse en 1988 con la llegada de Cruyff al banco. Tuvo su pico de gloria en la conquista de la 'Orejona' en 1992 y también su declive en la final de la Champions League 1993-94, con un 0-4 frente al AC Milan tan doloroso como el 8-2 que le acaba de propinar el Bayern Múnich en Lisboa. ¿Qué pasó luego en la vida de estos jugadores? El uno por uno de la nostalgia culé.

Ronald Koeman

Decir que su patada abría montañas es una exageración. Alcanzó, eso sí, para ganar la final más importante de todas. Un gol suyo de tiro libre le dio al Barcelona su primera Copa de Europa en Wembley. En la prórroga contra Sampdoria, el holandés ejecutó un potente disparo que puso al club en el que sitial que reclamaba desde los años sesenta.

Hoy Ronald Koeman, más que elegido como el técnico del primer equipo, es el bombero que va a apagar los incendios de un vestuario que amenaza con perder a su líder Lionel Messi. El entrenador neerlandés, que el año pasado dirigió a la selección de su país en la victoria (2-1) sobre el equipo de Ricardo Gareca, tendrá su primera experiencia al frente del primer equipo blaugrana.

Como futbolista, jugó en el club entre 1989 y 1995, y en su etapa de técnico inició como asistente de Louis van Gaal en 1999 en el banquillo culé. Se ha paseado por las ligas de Holanda, Portugal, España e Inglaterra. Dirigía a su país desde el 2018 hasta hace unas horas cuando la directiva del Barcelona le ofreció el buzo que dejó Quique Setién. Aceptó el cargo y la responsabilidad, aún siendo un estratega que hace más de una década que no consigue títulos.

Su carácter estará a prueba en este nuevo desafío y proyecto que planea reconstruir a un Barcelona vuelto ruinas tras el 8-2 que le propinó el Bayern Múnich en los cuartos de final de la Champions League 2019-2020. Conocedor de estas crisis, habrá que conocer qué decisiones toma por el bien del equipo y el club.

Pep Guardiola

No hay descripción que le haga justicia a lo que consiguió Pep Guardiola en el FC Barcelona tanto como jugador y director técnico. Si algún hincha blaugrana soñaba con una pronta venganza contra el Bayern Múnich, ese anhelo tenía a Pep y al Manchester City como protagonista. Sin embargo, el Lyon apareció como aguafiestas para impedir que nos pongamos ingeniosos con las noticias de revanchas.

Guardiola era el corazón del Barcelona de Cruyff. Como defensa central o mediocentro, siempre representó lo mejor que quería el técnico para su equipo. Se hizo el capitán del equipo y lloró en Wembley de emoción y en Atenas de tristeza tras la final perdida contra el AC Milan.

Se quedó en el club hasta el 2001, y después jugó en la Serie A, el fútbol de Qatar y terminó su carrera en el Dorados de Sinaloa, México. Cuando ya no pudo dirigir dentro del campo, se paró en la zona técnica. Inició en el Barcelona B, equipo que ascendió de la Segunda B (Tercera División) a LaLiga SmartBank (Segunda).

La época más gloriosa fue entre 2008 y 2012 con el mejor Barcelona del mejor Messi. Catorce títulos en cuatro años como director de la orquesta que hizo del 'tiki-taka' una expresión moderna del fútbol total. Cuando el corazón ya no le alcanzó, Pep se tomó un año de descanso entre 2012 y 2013, y luego tomó al Bayern Múnich para transformarlo en tres años en el destructor acorazado que es en la actualidad.

Desde el 2016 dirige al Manchester City, y aunque ha ganado dos veces la Premier League, su obsesión sigue siendo volver a levantar la Champions League, trofeo que consiguió ganar dos veces con su amado Barcelona.

Andoni Zubizarreta

Dueño de la portería de la selección española por cuatro mundiales seguidos (México 86 - Francia 98), Andoni Zubizarreta jugó 410 partidos con el FC Barcelona. Un informe de "Fiebre Maldini' de Movistar+ puso en evidencia en el 2018 un hecho que pocos notaban en la época del 'Dream Team'. 'Zubi' jamás gozó del respaldo total de Johan Cruyff desde el banco.

Adelantado a su época de jugador, cuando tomó la dirección técnica del club, Cruyff imaginó la posición del arquero del equipo como un líbero más de la defensa. Hoy, en el 2020, es una realidad. Sin embargo, hace tres décadas, era poco probable que un arquero supiera jugar con los pies tanto como lo hacía con las manos. Esa fue la queja constante del técnico hacia el jugador.

Y aunque consiguieron ganar muchos títulos, uno de los sacrificados tras las derrota en el Olímpico de Atenas frente al AC Milán en 1994 fue Zubizarreta, quien se marchó al Valencia hasta el final de su carrera (1998).

No ocupó algún puesto de técnico en ningún club, pero si ancló como director general deportivo del Athletic Club entre 2001 y 2004. La victoria de Sandro Rosell en la presidencia del FC Barcelona le reabrió las puertas del club en 2010, en una época dorada. Sin embargo, no pudo convencer a Guardiola a que se quedara más tiempo en el cargo de técnico. Apostó por Tito Vilanova, entregó el timón a Gerardo Martino y, finalmente, fichó a Luis Enrique en el buzo blaugrana. También consiguió el fichaje de Neymar y Luis Suárez en el club.

Antes de volver a ganar el triplete en la temporada 2014-2015 fue despedido de su cargo en enero del 2015. Pasó un tiempo como comentarista de la cadena deportiva beIN Sports, hasta que en octubre del 2016 fue elegido como director deportivo del Olympique de Marsella.

Jose Mari Bakero

De todos los mencionados, Bakero es el que mayor relación tuvo con el Perú. En el 2013, Juan Aurich de Chiclayo le confió la dirección técnica al capitán del 'Dream Team' del FC Barcelona. Se quedó de enero a setiembre y se quejó de una falta de compromiso del plantel norteño.

Tras su partida, Roberto Mosquera tomó su lugar y dijo que cuando llegó Aurich "era una discoteca ambulante". La respuesta no tardó en llegar. Meses más tarde, cuando el equipo consiguió el Apertura 2014, Bakero felicitó al equipo con esta frase sarcástica. "Felicidades a la ciudad de Chiclayo, seguidores del Aurich y al portero de discoteca. Un saludo desde San Sebastián", publicó en redes sociales.

Bakero fue parte de la era gloriosa del Barcelona en los años noventa, y también acabó su carrera en México con los Tiburones Rojos de Veracruz, ex club de Pedro Gallese, Christian Ramos, Wilder Cartagena e Iván Santillán. Desde que decidió su retiro, nunca pudo destacar. Ha ido y venido de cargos y puestos tanto de técnico como director deportivo.

En su historial figura haber descendido con Puebla de México, dirigió al Málaga B, Polonia Varsovia y Lech Poznan donde dirigió a Robert Lewandowski. Hasta ocupó el puesto de manager en La Guaira de Venezuela.

Desde el 2017 se hace cargo del fútbol formativo del FC Barcelona bajo la gestión de Josep Maria Bartomeu.

Hristo Stoichkov

El búlgaro de carácter inquebrantable era uno de los tres jugadores extranjeros del 'Dream Team' junto a Koeman y Laudrup. Y el único que consiguió ganar el Balón de Oro en este equipo de estrellas. Siempre al frente, era un delantero letal con una velocidad descomunal.

Desde la lejana Bulgaria, en 1990, Stoichkov anotó 38 goles y compartió el trofeo de la Bota de Oro junto a Hugo Sánchez del Real Madrid. Fue motivo suficiente para que Johan Cruyff pidiera su contratación en el Barcelona, club en el que jugó hasta 1995. Luego regresó entre 1996 y 1998.

Como técnico dirigió a la selección de su país, Celta de Vigo, Mamelodi Sundowns de Sudáfrica y Litex Lovech de Bulgaria sin ningún éxito. Hoy es comentarista de la cadena Univision Deportes y su única relación con Barcelona son sus duras críticas al Gobierno de España por el diferendo con Cataluña.

Michael Laudrup

Antes de que Figo cometiera la más alta de las traiciones al pasar del FC Barcelona al Real Madrid, la liga española ya había vivido una situación parecida cuando Michael Laudrup cambió el Camp Nou por el Santiago Bernabéu. Entonces, el danés no goza de las mejores referencias en Cataluña.

Se le recuerda por su pase distinto. Por quebrar defensas rivales filtrando balones entre líneas. En ese Barcelona de 1992, Laudrup era el volante por izquierda. Tras la tragedia en Grecia, abandonó el equipo. También pasó por Japón y Holanda en el final de su carrera.

Ha sido director técnico desde el 2002 con experiencias en Dinamarca, España, Rusia, Gales y Qatar, donde dejó de dirigir en el 2018. Lo ganó todo el con FC Barcelona, pero su camino está muy alejado del club blaugrana.

Casi tres décadas después, el ‘Dream Team’ volvió a tomar protagonismo en la historia culé. El arribo de Koeman confirma que el recuerdo de los hinchas no ha dejado atrás al equipo soñado.

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