El encuentro clásico entre U de Chile - U Católica, que marcaba su duelo número 196, tuvo que ser suspendido el domingo debido a los disturbios en las gradas del Estadio Municipal Ester Roa Rebolledo de Concepción. En el minuto 31 del partido, se arrojaron fuegos artificiales y dispositivos de ruido al campo de juego desde la tribuna preferencial del estadio, causando lesiones de trauma acústico al cuarto árbitro, un camarógrafo, un policía y un espectador, según informes de los medios locales. La situación provocó la suspensión del partido para garantizar la seguridad de los presentes.
