Sus hazañas bien podrían ser contadas en las escuelas para darle el lugar que se merece en la historia. Su imagen, sin lugar a dudas, está a la altura de Lolo Fernández o Alejandro Villanueva, los precursores de nuestro fútbol. Fue el mejor jugador de la selección peruana en esos recordados Juegos Olímpicos de 1936 en la que el ‘Cañonero’ anotó siete goles. Formó parte también del equipo que ganó la primera Copa América en 1939 (se llamaba en ese entonces Campeonato Sudamericano), y multicampeón del fútbol peruano con Alianza Lima, el único club en el que jugó. Sin embargo, ni la Federación Peruana de Fútbol, ni el club blanquiazul, se acordaron que un 29 de agosto de 1910, como el pasado lunes, nació don Adelfo Magallanes Campos.
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“Era veloz y habilidoso. Tenía buen freno y con gol”, lo recuerda Adhemir Fanárraga, autor del libro “Primero buenos amigos”, una obra que aborda el proceso de formación y consolidación del Equipo de Oro del Alianza Lima, y su contribución a la formación del aliancismo.
“Magallanes era un delantero con una cintura endiablada y con mucha vivacidad en sus jugadas. Tenía una gran gambeta. Llegó al equipo de la reserva de Alianza en 1929. En su debut en Primera le anotó dos goles al Alianza Frigorífico del Callao. Ganó 7 a 2 el cuadro blanquiazul. En 1934 le tomó la posta a Alberto ‘La Culebra’ Montellanos. Desde ese año fue titular indiscutible”, nos cuenta Antenor Guerra García, autor de tres libros sobre la historia del fútbol peruano.
Adhemir, por su parte, usó sus redes sociales para darle reconocimiento y conmemorar el natalicio de Magallanes: “En mis visitas a la biblioteca nacional me topé con el detalle de que el mejor jugador de la selección en Berlín 1936 fue Adelfo Magallanes. Un cronista belga dijo: ‘lo que es Jessie Owens al atletismo, lo es Magallanes en el fútbol”. Esto último seguramente a su velocidad supersónica para desplegarse en el campo como lo hacía el atleta afroamericano en las pistas.
“El hombre que revolucionó Berlín”, así lo describió el diario “La Prensa” en su edición del día que retornaron los olímpicos a Lima. “Tal interés despertó en los círculos deportivos, que se le hicieron propuestas sensacionales por miles de francos, que él en un gesto por común rechazó de plano”, agregó el vespertino dentro del texto.
Cañetano de nacimiento, aliancista de corazón e integrante del famoso “Rodillo negro”, don Adelfo era conocido como “El bólido”. Perteneció a la generación dorada de Lolo Fernández, José María Lavalle y Alejandro Villanueva, entre otros. Campeón de América, multicampeón con Alianza Lima (ocho veces como jugador, cuatro veces como técnico; el más exitoso) y, por si fuera poco, dirigió también al América de Cali en pleno Dorado colombiano (1951).
Su juego era vertiginoso y poseía una gran habilidad para el control del balón, cualidades que lo identificaron en toda su carrera y en los 22 partidos internacionales en los que jugó, entre ellos el encuentro del escándalo ante Austria en los Juegos Olímpicos de Berlín.
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Su último título ante Universitario
La tarde del domingo 28 de mayo de 1956, Alianza Lima, bajo la conducción de don Adelfo Magallanes, conquistó el título de campeón del fútbol profesional peruano de 1955 (del año anterior), derrotando por 2-1 a Universitario, su rival de toda la vida, y el mismo al que este domingo, 67 años después, el elenco íntimo enfrentará en un clásico por el Torneo Clausura.
El partido se “calentó” ni bien empezaron las acciones. Segundo Guevara abrió el marcador para los cremas a los 3 minutos del primer tiempo. Los ‘íntimos’ se repusieron del golpe y empataron a través de Máximo Vides Mosquera ocho minutos después, tras un preciso centro de Félix Castillo.
En el medio campo de los merengues Alberto Terry y Oswaldo Blanco fueron los que generaron los principales ataques. Sin embargo, la defensa merengue mostró cierta fragilidad, según la nota publicada por El Comercio.
“Jugándose dos minutos en el descuento del primer tiempo, Alianza Lima conseguía el segundo gol que le dio el triunfo y el título. Lazón sacó la pelota y con pase preciso cedió a Mosquera; este cambió el juego y entregó a Valeriano López, que estaba en el lado derecho; este a la carrera remató con fuerte taponazo que dejó parado a Zegarra, venciendo la valla universitaria”, cuenta la nota del Decano.
Universitario tomó la iniciativa en la segunda parte y se lanzó en busca del empate. Guevara y Terry perdieron oportunidades para igualar y la defensa aliancista, por su parte, creció y mantuvo la ventaja adquirida. A los 40 minutos se le anuló un gol a Valeriano por posición adelantada. Tras el pitazo final, empezaron las celebraciones de los victorianos, más victoriosos que nunca.
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“Mis muchachos supieron jugar en la forma más acertada. La delantera bajó en ayuda de la defensa tal como aconsejé finalizada la primera etapa. El equipo estaba actuando bien y descontando la ventaja que nos sacaron terminamos el primer tiempo con el score a favor”, declaró Magallanes.
“Todos actuaron parejos al final y el sistema defensivo fue la base del éxito, en especial Delgado”, agregó. Rodeado de hinchas, que celebraban jubilosos el nuevo título, el capitán Cornelio Heredia recibió la copa de campeón de parte de Eduardo Astengo, presidente del Comité Nacional del Deporte.
El adiós de don Adelfo
La noticia salió publicada en El Comercio el 16 de enero de 1988, en la parte baja de su portada, enmarcada en un cuadrilátero. Allí se anunciaba que el día anterior había dejado de existir en nuestra capital Adelfo Magallanes Campos, exintegrante de los seleccionados nacionales y de Alianza Lima en la década de los 30.
“Magallanes, que murió a los 77 años de edad, fue integrante de la delegación que participó en los Juegos Olímpicos de Berlín de 1936″, dice la nota del Decano. El ex delantero había sido internado en el Hospital Edgardo Rebagliati, dentro del área de emergencia, en donde murió a las 11:10 de la mañana.