De domingo a lunes, en cuestión de horas, la vida de Christian Cueva cambió rotundamente. De ser recibido como un ídolo por los cusqueños tras arribar el fin de semana y firmar autógrafos a niños que lo ven como un héroe, a ser denunciado por su aún esposa, Pamela López, por agresión física y psicológica en televisión mientras era presentado en conferencia de prensa como flamente jugador de Cienciano.