No es una exageración: el fútbol peruano atraviesa una de sus peores crisis. Si en 2023 hubo ‘walk overs’, partidos postergados y hasta amenazas de descenso administrativo; este 2025 empezó con más disputas, aunque ahora los clubes no son precisamente los actores principales. Y es que todo hace indicar que la relación entre la Federación Peruana de Fútbol y “1190 Sports”, la empresa dueña de los derechos televisivos, estaría en su punto más complicado. Si antes parecía que la sociedad se mantenía firme ante los embates de los clubes que no aceptaban el nuevo modelo comercial, ahora son los socios los que estarían enfrentados.