Como si fueran afrontando los niveles de alguna especie de videojuego, a Sporting Cristal le tocó debutar en la fase de grupos de Copa Libertadores contra uno de los llamados a luchar por el título: Fluminense de Brasil. Es cierto, antes superó a Nacional de Asunción (5-1) y a Huracán de Argentina (1-0) en Lima, pero hoy el rival exigía mucho más. Este nivel no fue superado, pero el siguiente se presenta como una oportunidad de revancha y redención.
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Los celeste empezaron con pie derecho e incluso se pusieron adelante en el marcador a través de Joao Grimaldo, pero desatenciones defensivas y —sobre todo— la bendita pelota parada le terminaron pasando factura. Germán Cano (doblete) y Vitor Mendes remontaron para el ‘Flu’.
Así vimos UnoxUno a Sporting Cristal contra Fluminense en la Conmebol Libertadores. Ahora toca pensar en la Liga 1 y luego en River Plate.
Está demostrando que este es su año de consolidación bajo los tres palos. Seguro cada vez que le llegaron al arco y, en varios momentos, salvador. No tuvo responsabilidad directa en los goles recibidos.
A diferencia de otras veces, no se mostró del todo seguro con la pelota en los pies y pasó algunos apuros por su banda. Arriesgó de más al querer salir jugando y casi genera un gol a favor de Fluminense en la primera parte. Mejoró en el segundo tiempo.
Volvió a demostrar que está hecho para grandes escenarios. Siempre atento a la marca, buena lectura de juego y salida limpia cada vez que le tocó. Era la voz de mando en la parte defensiva de Sporting Cristal.
Cumplió. Como siempre, va fuerte en las divididas (algo que le gusta a la hinchada) y trata de achicar espacios al rival. Sabe lo que hace cuando tiene la pelota en los pies. Solo tuvo un error: en el segundo gol de Fluminense pierde a Germán Cano.
Fue su segundo partido en la Copa Libertadores y primero como titular en su incipiente carrera. Para su corta edad, el jugador demostró mucho carácter y no le temblaron las piernas en ningún momento. Un muchacho a seguir.
Es el gladiador de Sporting Cristal en el mediocampo. El que se pone el overol y comienza a trabajar de forma silenciosa y constante. Cumplió su labor de "destrucción" en la zona medular en gran parte del partido.
Difícil labor la del mediocampista mixto, sobre todo con la presión asfixiante de Fluminense. Igualmente, se las arregló para fabricar jugadas de peligro y, es mas, asistió a Grimaldo para el gol celeste.
Fue de menos a más en el partido. Al inicio pasó desapercibido, pero dijo presente en el gol de los suyos. Recuperó la pelota, hizo una pared con Sosa y cambió de banda cuando la jugada lo pedía. Terminó jugando de lateral y se fue expulsado en los descuentos.
Siempre intentó hacer algo distinto y ayudó bastante en defensa. Eso sí, tuvo una gran lectura para atacar el espacio y posicionarse dentro del área rival en el gol celeste. Su definición en primera, al segundo palo, fue exquisita. Un pase a la red.
Poco del uruguayo nacionalizado peruano. Estuvo más preocupado en la labor defensiva y casi no progresó en ataque. Quedó en deuda.
Estuvo lejos del arco rival. Se recogió varios metros para entrar en juego con sus compañeros y ser una opción de pase. Sin embargo, fue poco su aporte en ataque, zona donde debe marcar diferencias.
Se mostró muy participativo desde que entró a los 62 minutos. Siempre pidió la pelota y buscó ir hacia adelante, aunque no pudo trascender.
Ingresó en un momento complicado del partido, con el resultado en contra. Trató de ayudar con jugadas asociativas. Fluminense ya estaba bien cerrado atrás.
El ecuatoriano se fue acomodando en el partido. Sus primeras intervenciones no fueron las mejores, pero se sobrepuso y comenzó a desbordar. Tuvo un remate al palo. Igualmente, dejó la sensación de que pudo dar más.
Ingresó a los 85 minutos.
Ingresó a los 86 minutos
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