En un efecto único en el mundo, no explicado aún por la ciencia, la sombra de Lionel Messi no se parece a él. No tiene sus piernas biónicas ni su espalda argentina y mucho menos su talla small: la sombra de Lionel Messi es Yassine Cheuko, el guardaespaldas personal del mejor futbolista del mundo, un exmilitar estadounidense que le dobla el físico, lo persigue a todos lados y reacciona, como si fuera un Puma enajenado, a cualquier fan que salta la valla de los estadios donde juega el Inter de Milan y quiere tocarlo, besarlo, bendecirse en él. Yassine Cheuko ha servido en los Marines y en las Navy Seals, y ha participado en conflictos en Irak y Afganistán. Sus músculos revelan que es un experto en boxeo y su flexibilidad, su entrejamiento en artes marciales mixtas.