Tres minutos pueden ser la diferencia entre una medalla de oro o volver a casa sin nada de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Ese ha sido el caso de Muhammad Ziyad Zolkefli, un paratleta malasio que no llegó a tiempo a la final del lanzamiento de bala y perdió la oportunidad de convertirse en campeón de esa disciplina. Esta es la desafortunada historia.
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Tanto él como otros dos finalistas no llegaron a la hora pactada para el inicio de la prueba. Al poder tener una “razón lógica para llegar tarde”, la organización de los Juegos Paralímpicos permitió que los tres deportistas pudieran participar en la prueba y evaluar luego una posible sanción por la falta.
Pese a que la sanción todavía no se había impesto, Zolkefli no quiso desaprovechar la oportunidad que le dieron y decidió participar en la final de F20 masculino. El lanzador de bala malasio se impuso en la competencia y consiguió batir la marca del récord mundial, pero su impuntualidad le privó de colgarse la presea dorada y de revalidar el oro que ya había conseguido en los Juegos de Río 2016.
Según el portavoz de Comité Paralímpico Internacional, Craing Spence, la decisión de retirarle la medalla dorada a Zolkefli se tomó tras comprobar que “no había razón justificable” por la tardanza. Además, se eliminó a los rezagados y se otorgó las medallas a los siguientes en la clasificación.
Maksym Koval fue el ganador por decisión de los jueces del World Parathletics, fallo que ha provocado decenas de críticas en las redes sociales en contra del ucraniano, quien “no tiene ninguna culpa” en declaraciones de Spence.
“Acaban de robar un récord mundial y una medalla de oro de Ziyad. ¡Qué vergüenza World Parathletics! Rompiste su sueño y millones de malasios. #JusticiaParaZiyad”, se lee en uno de los varios comentarios dejados en las redes sociales.
“Puedes estar muy descontento con la decisión pero lo que ahora veo son comentarios en todas nuestras publicaciones en redes sociales que no tienen nada que ver con el evento de lanzamiento de bala F20. Las reglas son las reglas, la decisión está tomada y no era culpa del ucraniano. El malasio llegó tarde al ‘call room’. Muy decepcionado con que tal abuso ocurra en redes sociales”, concluyó.
En un mensaje en las redes sociales, Zolkefli escribió: “Me despertaré de nuevo. Gracias por sus palabras de aliento. Pido disculpas a todos los malasios. Gracias por apoyarme”.
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