José Antonio Bragayrac

Kimberly García no logró subir al podio olímpico la madrugada de este jueves 1 de agosto. Logró algo mejor: darle visibilidad y relevancia a una disciplina que como cualquier otra ajena al fútbol, en el Perú implica también practicar el deporte más terrible del mundo; el de intentar sobrevivir a costa de uno mismo. O de pocos.