La NBA ingresa a un mes bastante peculiar: marzo representa el rush final para las franquicias que luchan por ingresar a los Playoffs y el inicio de las confirmaciones de los candidatos que lucharán por llegar a la serie final, que se disputará en junio. Para ello, dos contendientes al título como lo son Lakers y Clippers añadieron piezas de recambio que lucen interesantes. No obstante, ¿eran necesarias?
En la pasada temporada baja, los Lakers y Clippers fueron los que más ruido hicieron en torno a transferencias. Los amarillos adquirieron a Anthony Davis, pivot estelar que había jugado toda su vida en los New Orleans Pelicas; mientras que el ‘vecino pobre’ sumó a Paul George y al último MVP de las finale, Kawhi Leonard.
Pese a que en la tabla de la conferencia Oeste, Lakers se ubica en el primer puesto, en los dos partidos frente a Clippers siempre fracasaron (102-112 y 106-111). Eso es algo que se le ha señalado a Frank Vogel, estratega de los laguneros.
Sucede que Doc Rivers, entrenador de Clippers, ha utilizado el famoso y tan criticado ‘load management’, el cual implica balancear los minutos de sus jugadores e incluso no utilizar a sus estrellas en noches consecutivas. Como se recuerda, la temporada regular de la NBA tiene 82 partidos y el calendario cuenta con partidos en días consecutivos.
Es por eso que han ‘tirado’ partidos que deberían haber ganado con mucha facilidad debido a la ausencia de alguna de sus estrellas. Ello se hace para que estos jugadores lleguen en mejor forma física a la postemporada. Kawhi Leonard y Paul George solo disputan los duelos más importantes o solo suele jugar uno. A Doc parece no importarle tener un mejor récord para evitar duelos más difíciles en la primera ronda de los Playoffs.
ADQUISICIONES DE CARA A LA POSTEMPORADA
A Lakers siempre se le criticó por faltarle profundidad en el banco: la distancia entre los titulares y suplentes se hacía notoria en el tercer cuarto, donde la banca del rival terminaba por ponerle cuesta arriba a los laguneros. Es por ello que tras fracasar en el mercado de verano, los dirigidos por Frank Vogel tuvieron que fijarse en los agentes libres. Dentro de ellos se encontraban aleros anotadores, precisamente lo que necesitaban. No obstante, la decisión resultaba difícil porque había tres perfiles distintos para ocupar esa posición.
Un anotador sólido pero carente de defensa en Jamal Crawford, un anotador en ritmo pero con bajo coeficiente intelectual en cuanto al baloncesto como J.R. Smith y el indisciplinado anotador Dion Waiters.
Los púrpuras y amarillos ya tuvieron el año pasado un problema dentro del plantel por los rumores de transferencias. Es conocido el poder que tiene LeBron James en la directiva. Eso aumentaba el grado de incertidumbre, ya que ‘The King’ ya sabía lo que es fracasar con Waiters y Smith, en el pasado, pero no veía con buenos ojos a Crawford.
Tras los workouts de los tres jugadores, los angelinos se decantaron por Dion Waiters. Una elección bastante sesuda y avezada, pero cobra sentido si es que puede aportar ofensiva instantánea desde la banca. Si Vogel consigue enfocar al ex Miami Heat, esta adquisición podría resultar determinante.
Por su parte, Clippers solo había sido criticado por el ‘load management’, mas no por la conformación de la plantilla. Bien cubiertos en la cinco posiciones, los dirigidos por Doc Rivers no necesitaban otro elemento para su equipo. Sin embargo, han sorprendido a propios y extraños tras lo que anunció Woj (periodista que cubre la NBA).
Joakim Noah regresó a la NBA para enrolarse a las filas de los Clippers. Este fichaje cobra sentido si es que entienden que con un pivot experimentado podrían controlar el small ball que proponen los dinámicos Rockets. Sin embargo, si es que lo comparan con otras plantillas, Noah no terminaría teniendo muchos minutos.
Su experiencia tampoco justifica su fichaje, ya que Noah no ha destacado en finales o en la postemporada. Su rol será reducido un equipo que ya tiene todo el esquema armado. A priori, podría ser el líder espiritual del vestuario, pero dentro del campo no podrá aportar demasiado.