Su imagen levantando la Copa Sudamericana 2003 por todo lo alto, bajo el cielo arequipeño, luego de ganarle la gran final al poderoso River Plate con Cienciano tiene un lugar especial en el archivo del fútbol peruano. Y en el corazón del hincha que alguna vez pegó en la pared de su cuarto un póster de ese instante glorioso y eterno. Óscar Manuel Ibáñez Holzmann (Saenz Peña, 1967), argentino de nacimiento y peruano de corazón, llegó a nuestra tierra en 1993 y desde entonces nunca se fue. Multicampeón nacional y hasta hace poco el arquero con más partidos en la historia de la selección peruana (50). ¿Quién lo pasó? Pedro Gallese, el que desde 2019 está bajo sus órdenes cada vez que llega a La Videna y hoy acumula 89 apariciones. El preparador de arqueros de la Bicolor conversó con DT El Comercio sobre el ‘Pulpo’, su importancia en las Eliminatorias y cómo llegará el combinado nacional al repechaje.
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—Como futbolista disputó dos Eliminatorias, como preparador de arqueros estuvo en la era de Sergio Markarián y ahora en esta segunda etapa de Ricardo Gareca. ¿Qué es lo diferente de este proceso que no tuvieron los otros para lograr tantos éxitos?
La organización es totalmente distinta. Desde la oficina de la selección que ocupamos nosotros, somos 14 personas. La parte médica con muchos más profesionales y, por ende, más posibilidades para que el jugador se recupere y llegue mejor a la hora de los partidos. Antes era totalmente distinto, lo que se acostumbraba hasta ese momento. Hoy hay una estructura mucho mayor, con muchos especialistas en cada área. Yo empezaría por eso. Es una diferencia importante que noté al volver a La Videna.
—¿Extraña volver a dirigir?
La verdad es que no extraño nada porque Ricardo (Gareca) tiene una manera de liderar muy particular y parte desde la apertura. Es una persona muy abierta que nos hace participar a todos independientemente de los temas que se toquen. Nos compromete a todos a participar. Así que no extraño nada. Vivo el momento, lo disfruto mucho y trato de aportar mi granito de arena desde esta posición que me toca estar.
—¿En algún momento sintió que la selección fue como aquel histórico Cienciano campeón de Sudamericana en 2003 y Recopa Sudamericana en 2004; es decir, una isla en medio de una liga poco competitiva?
Creo que es distinto. Lo de Cienciano fue un momento espectacular porque se consiguió el primer título internacional, luego vino la Recopa. Todo el país se volcó en favor del equipo. En lo que se puede comparar de repente es en la relación que hay entre los jugadores y la hinchada. Los hinchas se sienten representados en el campo y el futbolista siente que representa. Eso es muy difícil de conseguir en un club o selección. Esta selección lo ha conseguido y lo refuerza en cada participación que tiene.
—¿Cuál fue el punto de quiebre en este proceso para pasar de sumar un punto en las cinco primeras fechas a estar en el repechaje?
Por ahí cuesta creer lo que voy a decir, pero la verdad es que no siento que haya un punto de quiebre. Aun estando con un punto sobre quince posibles en las primeras fechas, siempre hubo convicción y nunca se cambió el rumbo de lo que se había planificado. Ricardo siempre estuvo claro y el mensaje fue el mismo. Creo que eso fue algo que nos mantuvo convencidos de que los buenos resultados iban a llegar. Aun cuando se iban reduciendo las chances siempre sentí a los jugadores y a Ricardo convencidos de que íbamos a levantar. Y fue así. En la etapa final, donde muchas selecciones empezaron a caer, Perú por el contrario empezó a tener resultados importantes, de local y visitante. Eso se fue fortaleciendo y se logró el objetivo que nos propusimos en plena pandemia: llegar al último partido dependiendo de nosotros.
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—A diferencia de las Eliminatorias pasadas, esta vez Perú ganó tres partidos de visita. ¿Cuánto ayudó y cuál fue el más importante?
El resultado en Ecuador, previo a la Copa América, fue importante porque ahí mismo se cortó la Eliminatoria. Fue un resultado espectacular por cómo venían ellos y nosotros. De ahí fuimos a la Copa América, un torneo que le sienta muy bien a Perú.
—¿Por qué le sienta muy bien a Perú la Copa América?
Esa convivencia, el poder sumar horas de entrenamiento. Es algo que en las Eliminatorias es muy difícil. Todo eso ayudó a que el grupo se fortalezca, se una más y también porque algunos muchachos tuvieron oportunidades de mostrarse y hoy son vitales en la selección.
—¿Cómo ve el rendimiento de los arqueros de cara al repechaje?
Bien. Los arqueros son muchachos muy sobrios, profesionales, maduros. Entienden de qué se trata la profesión, el puesto. En ese sentido no tenemos problemas. Pedro (Gallese), por ejemplo, ha jugado todos los partidos de las Eliminatorias y supo mantenerse, aguantarse con las amarillas porque ha estado al límite durante muchos partidos. Eso demuestra también su madurez, su equilibrio y lo referente que es hoy en el grupo. Pero están todos muy bien y en ese sentido estamos tranquilos.
—¿Nunca preocupó que Pedro Gallese jugara tantos partidos al borde de la suspensión por amarillas?
No, porque sabíamos que él podía manejarlo muy bien. De hecho, él se preparaba y mentalizaba en cada partido, además del juego y el rival, para sobrellevar esa situación. Cuando le tocó manejar los tiempos, lo hizo, pero siendo consciente de que estaba al límite. Por otro lado, siempre tuvimos esa tranquilidad de que los muchachos que vienen detrás están muy bien preparados.
—¿Qué tan importante fue Gallese para llegar al repechaje?
Pedro es un arquero que no tiene techo. Es muy preocupado por su profesión y ha tenido un crecimiento notable. Hoy es referente de la selección y capitán además. Eso habla muy bien de su crecimiento y su madurez, porque tiene una madurez importante en una edad espectacular para el puesto: 32 años. Creo que Pedro está para cumplir la meta que quiera y jugar donde quiera. No hay que olvidar que es un arquero de selección, con un Mundial y dos Eliminatorias encima. No cualquiera puede tener la carrera que él tiene.
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—¿Le sorprende que siga jugando en la Major League Soccer de Estados Unidos?
Para nada. Él ha dado un paso importante. No hay que olvidarse que estaba acá, en el medio local. Dio un salto a una liga que para mí es importante y a veces la minimizan injustamente. Yo veo la calidad de delanteros a los que se enfrenta y la verdad que no cualquier liga la tiene. Es un torneo que crece permanentemente y contrata buenos jugadores. En ese contexto, Pedro encontró un lugar importante y tiene continuidad. Es un jugador referente de un club que siempre pelea cosas importantes.
—¿Pedro Gallese es el mejor arquero en la historia de la selección peruana?
De los mejores, seguramente. Tiene un Mundial encima y, Dios mediante, puede sumar un segundo Mundial. Además del proceso juvenil por el que pasó. Para mí tiene un lugar ganado en la historia. Pedro es de esos arqueros que despiertan ilusión en los más chicos, de esos jugadores que van a marcar un camino a las nuevas generaciones. Es muy importante para el Perú que haya un arquero como él.
—¿Hay algún arquero joven, o arqueros jóvenes, que le llamen la atención?
Es difícil nombrar a alguno porque va a depender mucho de la continuidad que tengan. Lo importante en el arquero es que juegue, que cometa errores aunque obviamente lo menos posible. Pero que tenga continuidad. Para el arquero es importante mantenerse en el tiempo, no solamente jugar una temporada, seis meses o alternar. El arquero crece y se hace bueno con el transcurrir de los años. Acá hay buenos porteros, tanto así que en la liga local hay muy pocos extranjeros en ese puesto, muy distinto a mi época que era al revés. Eso habla muy bien de los entrenadores de arqueros nacionales y de los propios jugadores.
—Teniendo en cuenta que el arquero necesita tener continuidad —y todos los futbolistas en general—, ¿preocupa que aún no haya Torneo de Reservas?
Sí. Te digo por experiencia propia porque jugué muchos años Torneo de Reserva. Era una alegría enorme, uno se preparaba porque era el paso previo a primera división. En esa época la reserva jugaba previo al partido de primera, entonces te entusiasmaba más. Ahora tienen la ventaja de que hasta se televisa, entonces toda esa experiencia que hoy no tienen es un tiempo y camino perdido. Cuanto más se tarde, más difícil será la formación del jugador.
—Y en cuanto a la poca continuidad que ha venido teniendo Gianluca Lapadula, ¿cómo están en el comando técnico?
A todos nos gustaría que esté jugando más, que tenga continuidad, pero los jugadores de esta selección tienen algo particular que es muy difícil de conseguir: cuando se ponen la camiseta, se transforman. Se olvidan que no tienen continuidad, que están de para o tienen una lesión. No importa. Se transforman y ha habido muchos casos, como el de Gianluca (Lapadula).
—¿Es una desventaja jugar el repechaje en Qatar contra selecciones que están más cerca y saben cómo contrarrestar el clima?
Es relativo. La verdad que también es una ventaja verlos jugar previamente. Va a ser un partido muy intenso, a muerte seguramente, entonces puede dejar alguna secuela que nos de una ventaja. Pero por nuestro lado, vamos a llegar bien, tendremos unos días previos de preparación allá y el amistoso en España también nos ayudará.
—¿Han tocado el tema de qué va a pasar con el comando técnico después del repechaje y, si Dios quiere, de Qatar 2022?
No, para nada. Lo único real es que estamos súper enfocados en la preparación de la selección, que los muchachos lleguen de la mejor manera, la logística del viaje, del amistoso, de observar qué puede pasar entre Australia y Emiratos Árabes y de jugar ese partido que nos da la chance de ir al Mundial. Después se verá.