Marco Quilca León

Antonio Valentín Alzamendi Casas nació el 7 de junio de 1956 en Durazno, Uruguay; pero hay dos fechas que son tan importantes en su vida como su cumpleaños: 14 de diciembre de 1986 y 12 de julio de 1987. Seis meses y 26 días separan esas fechas. Uno se dio en Tokio, Japón; el otro en Buenos Aires, Argentina. No importa los miles de kilómetros de distancia. Para el ‘Hormiga’, como era conocido, es como si hubiesen ocurrido en algún campo de su natal Durazno. En el primero marcó el gol más importante en la historia de River Plate para salir campeón del mundo; en el otro celebró el tanto de Pablo Bengoechea con el que Uruguay se proclamó campeón de América.

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—¿Cómo ve y analiza a la selección peruana, y su presente en las Eliminatorias?

Siempre he dicho que, para mí, Perú es una de las selecciones que mejores jugadores tiene en cuanto a la técnica, junto con Brasil y Colombia. Lamentablemente no le han dado los resultados, pero no los he visto tan mal en el juego, en cómo se plantean los partidos. Sí creo que hubo errores dentro del campo y eso no siempre del entrenador. El jugador dentro de la cancha a veces no presta la atención debido en una jugada y eso te puede marcar el partido. El gol ante Brasil en el minuto final o frente a Colombia, por ejemplo. Ahí hubo un gran error defensivo de falta de atención. Pero sigo sosteniendo que el equipo peruano es uno que me gusta.

—¿Qué tan importante es el Perú vs Uruguay de este viernes 11 de octubre? ¿Puede definir el futuro de Perú en las Eliminatorias?

Va a ser un partido muy duro, no tengo dudas de eso. Perú siempre complicó a Uruguay. Y ahora el seleccionado nuestro tiene suspendidos y son jugadores muy importantes como Nicolás de la Cruz, De Arrascaeta, Ronaldo Araujo, José María Jiménez. Son jugadores que pesan mucho en la selección y no es que seamos un país que pueda tener tanta ausencia de jugadores, como tampoco lo es Perú, porque a pesar de que es un país muy grande, hoy no tiene una calidad de jugadores para reponer ante emergencias.

—Hablando de ausencias, Perú no contará con Renato Tapia ni Gianluca Lapadula, los únicos dos convocados que juegan en las cinco grandes ligas de Europa. ¿Qué tan complicado es para una selección afrontar las Eliminatorias sin jugadores de jerarquía como ellos?

Va a ser muy difícil reemplazarlos. Les va a costar. Tapia es un cinco fenomenal y Lapadula es de esos delanteros guerreros, peleadores, que complican cualquier defensa. Pero también puede ser la oportunidad para aquel que entrará de demostrar que sí tiene nivel.

—Dirigió a Cienciano (1998), Sport Áncash (2008) y Total Chalaco (2009). ¿Le sorprende que Perú sufra este recambio de jugadores? ¿Que no encuentre suplentes para Tapia o Lapadula, por ejemplo?

Es lo que te decía, a pesar de que es un país muy grande, hay un error en cuánto a la formación de jugadores. En Perú, lamentablemente, hay muchos negocios detrás que solo buscan el beneficio de la persona individual o algún dirigente, por eso no pueden avanzar. Perú es cuna de grandes jugadores, pero el tema del dinero manda por encima de todo. Ahí está el error. Pudiendo haber muchos Tapias, aunque seguro los debe haber, los encargados no saben aprovechar, solo ven su conveniencia.

—¿Las bajas de Uruguay hacen que el partido sea el ideal para que Perú logre su primer triunfo en las Eliminatorias?

Los partidos hay que jugarlos, por más que se diga lo que se diga fuera. Mira el ejemplo de Bolivia, dónde está en la tabla, una selección que daban por muerta y ganó partidos importantes. Se preguntan cómo puede ser que haya ganado en Chile, pues porque el fútbol tiene esas cosas. Ahora, es cierto que no es lo mismo enfrentar a Uruguay con figuras que al que vendrá a Lima, en eso estoy totalmente de acuerdo, pero a pesar de las bajas, creo que Uruguay tiene jugadores importantes que están al nivel de emparejarse con Perú, incluso ser superiores.

—La selección peruana es dirigida por un compatriota y amigo suyo, Jorge Fossati. ¿Cómo lo describe como técnico?

Fossati es un gran entrenador que lo ha demostrado a nivel mundial. De eso no debe quedar duda alguna, incluso salió campeón el año pasado en Perú.

—¿Es el técnico ideal para pensar en un futuro y encontrar ese recambio generacional?

Es que creo que va más allá de lo que pueda hacer él. Hay una falta de organización a nivel juvenil muy grande. Un tiempo estuvo la bolsa de minutos que lo sufrí porque era una regla que obligaba a hacer debutar a jugadores que no estaban bien formados. En Perú solo importa Lima, pero en ciudades como Huaraz o Cusco, se complica mucho formar jugadores porque no hay proyectos. Solo se piensa en Lima y ahí empieza uno de sus grandes problemas, hacer que surjan jugadores de calidad.

—¿En ese escenario, Fossati es el ideal para liderar un proyecto largo sin importar lo que suceda en esta fecha doble o los resultados mandan?

Yo no creo en los proyectos largos en una selección mayor. Eso se puede hacer a nivel juvenil. Pero en la mayor, siempre mandan los resultados. Un seleccionador debe tener armas para hacer su mejor versión.

—¿Entonces esta fecha doble podría definir el futuro de Jorge Fossati como técnico de Perú?

Yo siempre digo que es fácil acusar a un entrenador, pero ¿Qué han hecho en Perú para formar jugadores y que el técnico de turno tenga una buena selección a la mano? Una buena selección siempre tiene que estar pensando en el futuro, pero ahí manda mucho el dinero, hay muchas cosas que lamentablemente están pudriendo el fútbol peruano. Ya no es la selección de los Uribe o de los Oblitas. Incluso creo que después del año 78, para mí, la única época que hizo algo Perú fue con Ricardo Gareca porque le puso otra seriedad. Creo que Fossati están en condiciones para hacer lo mismo, pero lo que pasa es que agarró un equipo desmembrado, en las últimas posiciones, con jugadores que ya están terminando su carrera, liquidados. Entonces no es fácil.

—Para repasar un poco en sus recuerdos, ¿qué se le viene a la mente en los días previos a un Perú vs. Uruguay?

Siempre nos costó mucho, eran partidos muy duros. Me tocó ganar en Lima y acá, en Montevideo, pero era complicado enfrentarlos. Me acuerdo también de otra época, la de Johnny Vegas, que vinieron y ganaron en el Centenario.

—¿Con qué jugador peruano le hubiera gustado jugar?

Con (Julio César) Uribe, mi ídolo. Un jugador sensacional. Perú siempre tuvo grandes jugadores, pero si me pides uno, normalmente me acostumbré a jugar con grandes ‘10′ como (Ricardo) Bochini, Rubén Paz, (Humberto) Alonso). Pero siempre me encantó Uribe, su juego me apasionaba.