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Cerrar con dignidad, el futuro de Ibáñez y el anuncio de Ferrari: tres tareas urgentes en la Videna y qué decidirá Lozano
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Luego de sumar dos puntos de seis posibles en junio pasado y confirmar un nuevo fracaso de la selección peruana en las Eliminatorias 2026 -aunque las matemáticas digan que todavía se puede-, en la Federación Peruana de Fútbol (FPF), que encabeza Agustín Lozano, hay tres pendientes (de los muchos) por atender con urgencia de aquí hasta diciembre. El primero es anunciar a Jean Ferrari como el nuevo Juan Carlos Oblitas; lo segundo, cerrar las clasificatorias con dignidad en septiembre, enfrentando a Uruguay y Paraguay; y el tercero, decidir la continuidad de Óscar Ibáñez al frente del combinado nacional.
¿Cuándo asumirá Jean Ferrari en la FPF?
La agenda marca que lo inmediato gira en torno a la designación del nuevo director general de fútbol, cargo que desempeñó Juan Carlos Oblitas. Aquí, la preocupación es menor. ¿La razón? Porque el elegido es Jean Ferrari, actual administrador de Universitario, quien cumplirá funciones específicas y autónomas. El Comercio informó hace poco que el titular de la U no solo tendrá influencia en todas las decisiones sobre el fútbol peruano, sino también en la reestructuración de la Unidad Técnica de Menores, hoy en cabeza de Manuel Barreto, y la posibilidad de elegir a su equipo de trabajo a nivel administrativo y marketing. Será el líder de un proyecto de cinco años. Un zar deportivo que hoy no existe.
El cuándo empezará es cuestión de tiempo. Fuentes de DT indicaron que a finales de julio o a inicios de agosto se hará oficial. Lo cierto es que Ferrari es el elegido. Ni siquiera la llegada de Álvaro Barco como director deportivo en Universitario y amigo cercano del administrador crema lo hizo cambiar de opinión. Mientras tanto, las cosas van en piloto automático en la FPF.
Con Ferrari como el nuevo Oblitas y Barreto en menores, la Federación intenta colocar la bases de un proyecto integral, que no solo sea materia de trabajo para el Mundial 2030, sino que también se sostenga en el tiempo y pueda resolver los problemas que adolece el fútbol peruano desde hace varias décadas.

Cerrar con dignidad y el futuro de Ibáñez
Detrás de los compromisos ante ‘charrúas’ y ‘guaraníes’ está el futuro de Óscar Ibáñez, quien asumió el puesto vacío dejado por Jorge Fossati para disputar los últimos seis partidos por Eliminatorias. Por contrato, si hubiese logrado la clasificación al repechaje, su tiempo en el cargo se habría extendido de manera automática; sin embargo, la eliminación obliga evaluar su continuidad después de septiembre y por el momento el silencio impera desde la FPF.
Lo único conocido fuera de las paredes de la Videna fue una opinión de Freddy Ames, miembro del directorio de Lozano, sobre el trabajo de Ibáñez. “Hay un balance positivo”, dijo, sin olvidarse del juego que ha mostrado el equipo con Óscar sosteniendo el timonel. Pero hay más: la mejoría también se nota en lo anímico y en el compromiso que asumieron los jugadores con él como DT. Descomprimió al grupo. Lo escuchan. Le creen. Y eso toman en cuenta en la cúpula de San Luis.

Sin embargo, en la agenda de la FPF está la búsqueda de un nuevo comando técnico, más allá de que Ibáñez todavía sigue al frente y no se ha tomado una decisión. Esto último lo manejan con cuidado, sabiendo que Óscar ha hecho un buen trabajo y que cualquier movimiento podría dinamitar lo poco que se ha mejorado. Hoy solo hay palabras de agradecimiento dirigidas al exarquero por asumir un fierro caliente y darle otra dinámica a la selección pese a los últimos resultados.
Pero el silencio no es impedimento para avanzar contra el tiempo. Sabiendo que las Eliminatorias culminan en septiembre, en las oficinas de la Videna existen carpetas de técnicos con posibilidades de dirigir a la Bicolor. Ramón Díaz es uno de ellos y su nombre ya ha sido acercado a la FPF. Es un DT con el perfil que buscan, con palmarés en su carrera y con llegada al jugador. Una especie de Ricardo Gareca contemporáneo, porque la intención -ahora sí- es volver a lo que funcionó en 36 años de fracasos.
Pero no es el único. Gustavo Alfaro, en su momento, fue una opción para asumir el buzo (en pleno proceso de Juan Reynoso). Hoy llevará a Paraguay a una nueva Copa del Mundo tras varios años de ausencia. Y Luis Zubeldía, que recientemente decidió alejarse de Sao Paulo, también agrada por las misma razones. No ha dirigido antes Eliminatorias, pero el reto de asumir una selección podría seducirlo.
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