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El crudo “Ganar es la única salvación” de Zambrano y el aliento de 5 fieles hinchas en Montevideo: lo que no se vio de la práctica bicolor en Uruguay
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El crudo “Ganar es la única salvación” de Zambrano y el aliento de 5 fieles hinchas en Montevideo: lo que no se vio de la práctica bicolor en Uruguay

El crudo “Ganar es la única salvación” de Zambrano y el aliento de 5 fieles hinchas en Montevideo: lo que no se vio de la práctica bicolor en Uruguay

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Sin la notoriedad a la que era sometida en la recta final de las últimas dos Eliminatorias y con la ausencia de batallones de periodistas y flashes en busca de una frase que ilusione y una foto que se viralice para amplificar la ilusión mundialista. Así son los días medio nublados y algo fríos de la en Montevideo. No hay banderazo a la vista ni legiones de hinchas viajando como se pueda desde Lima. No hay expresiones de cariño ni cánticos multitudinarios tras el equipo de Óscar Ibáñez Solo hay un equipo y las ganas por un casi imposible.

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La selección entrenó por segundo día en las instalaciones de Peñarol, en la cancha auxiliar del estadio Campeones del Siglo, a 24 minutos en autobús del escenario donde este jueves se jugarán la última esperanza al repechaje ante Uruguay: el histórico Centenario.

Con frío de 10 grados por la noche y chubascos por la mañana, la Bicolor entrenó con dos novedades: la inclusión de Oliver Sonne y Kenji Cabrera. Anoche llegó Erick Noriega, el héroe del Gremio que debutó nada menos que en el Maracaná y ante el Flamengo. El mediocampista recién se sumará esta mañana a la práctica.

Hoy, en el transcurso del día, deberían llegar los otros siete convocados del exterior para completar la nómina con miras al duelo del jueves. Y como era de esperarse, aunque el discurso de los convocados es que Perú peleará hasta el límite la chance matemática de llegar al repechaje, la realidad es que el escenario es muy complejo: Perú necesita ganar en el Centenario y esperar dos resultados: que Colombia le gane a Bolivia y que Argentina le gane a Venezuela. Además, Brasil debe ganarle a Chile.

De todos, el resultado más difícil es el de Perú: ganar en Uruguay. Evidencia absoluta de que la Bicolor se colocó por su cuenta en el peor escenario pese a que los resultados ajenos jugaron a favor.

Sin el espaldarazo de las Eliminatorias anteriores, es raro ver camisetas peruanas en Montevideo, incluso en el predio de las prácticas. Apenas un grupo de cinco hinchas recibió a la Bicolor el sábado y se hizo presente luego en el hotel. La expectativa es mínima.

Cinco fieles hinchas que llevaron la bandera bicolor y una bandera de Alianza Lima y que se hicieron virales en redes sociales por su lealtad en tiempos de crisis. Quizá el día de partido aparezcan más aficionados respaldando a la blanquirroja.

Según la prensa uruguaya, la venta de entradas para el duelo no ha despertado gran expectativa y se calcula que recién en las últimas horas alance sold out. Uruguay, prácticamente clasificado, necesita confirmar su presencia en el Mundial 2026 con un triunfo. Marcelo Bielsa, viejo zorro, lo sabe y pondrá lo mejor de su artillería pese a las bajas sentidas como las de Darwin Núñez.

Perú por su parte entrena frente a la presión de no ser goleado y la obligación de ser un rival digno. En la charla con la prensa el elegido fue Carlos Zambrano, curtido defensor que mantiene el discurso: “Debemos dejar de lado la tabla, sabemos que estamos complicados, pero en los últimos partidos hemos estado jugando dignamente. Vamos a luchar, ellos saben que Perú nunca ha sido fácil, iremos por los tres puntos, es nuestra única salvación”.

No hay otra. Aunque la expectativa estos días y la atención es mínima, un mal resultado (aunque esperable), condenará a la selección de Ibáñez a más críticas. Y esos últimos cinco hinchas que recibieron a la Bicolor en el aeropuerto y esperaron en el hotel, quizá se multipliquen por cero.

O por un millón si el plan de Ibáñez se traduce en épica. Así es el fútbol.

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