Rogger Fernández

La resaca por la temprana eliminación de la selección peruana de la Copa América 2024 permanece como un dolor latente en el pecho que ni la mejor medicina puede paliar. Seguramente, fastidiará hasta septiembre, cuando nos toque enfrentar a Colombia y Ecuador por las fechas 7 y 8 de las Eliminatorias al Mundial 2026, y no hay problema en decirlo. La última imagen que tenemos en la mente fue lo visto en tierras norteamericanas. El Perú de Jorge Fossati dejó más dudas que certezas, pero es necesario convivir con ello y masticar esa desazón hasta digerirlo en la medida de la posible.