Un enfermo del fútbol, en el buen sentido de la palabra. Un entrenador excesivamente apasionado con lo que hace. Ese es Juan Reynoso, el hombre que dejó una enorme huella en el balompié peruano desde el banquillo. En su primera experiencia como técnico, supo salir campeón con un modesto equipo como el Bolognesi (Torneo Clausura 2007). Después siguió con sus éxitos en Universitario, tuvo un discreto paso por Juan Aurich y Sporting Cristal, se consagró definitivamente con Melgar y, finalmente, se hizo cargo unos meses del Real Garcilaso. En medio de todo ese trayecto, el ‘Cabezón’ dejó no solo muchas impresiones en los jugadores que dirigió, sino también muchas anécdotas que hoy valen la pena recordar.
Siete de sus exdirigidos nos cuentan todos los detalles de Juan Máximo como entrenador... y también como un amigo más fuera del trabajo. La exigencia, el orden y su perfeccionismo es lo que más destacan de él. Y cómo no las experiencias poco conocidas también están para contarse, más aún cuando ahora Reynoso está asumiendo un gran desafío como DT de la selección peruana.
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1. Reynoso, perfil de entrenador
Diego Penny: Juan es un entrenador muy exigente, es muy metódico, muy detallista. A veces exige demasiado en los entrenamientos, en los partidos, tanto así que algunos lo tildan de un carácter por esa misma exigencia. Pero obviamente él quiere lo mejor siempre para el equipo, para el lugar donde está. Paternalista la verdad es un apelativo que siento que no va de la mano con lo que él pregona, él es objetivo, creo yo, más que paternalista. Siempre pone al que está mejor o al que él cree que viene mejor.
Junior Ross: Era un poco paternalista, de ahí pues era exigente en el tema del trato con el futbolista. No veía mucho el tema personal fuera de la cancha, pero sí era exigente. Era serio en el tema del trabajo, le gustaba que des el 100% en los entrenamientos y en los partidos.
Hernán Rengifo: Es muy respetuoso y quiere lo mismo de todos en todo. Cuando no hacemos lo que nos pide, seguro se molesta, pero te enseña con el ejemplo para no poner excusas. Siempre es detallista en todo lo que hace y quiere que lo que se entrena se haga en el partido.
Rainer Torres: Era una persona que dentro del entrenamiento era muy recta, muy seria, pero fuera de él te dejaba tener una cercanía hacia él, incluso amical hasta cierto punto, siempre con respeto. He tenido muy buena relación con él.
Jonathan Acasiete: El profe Juan siempre ha sido de un carácter fuerte. Es bien estricto en el trabajo, pero después cuando acababa el entrenamiento era un amigo más, una persona que te aconsejaba bastante. Es uno de los mejores entrenadores que he tenido en mi carrera, porque me aportó mucho a nivel futbolístico y también personal. Ahora que va a la selección, para mí va a ser un aporte muy importante. Ha tenido bastante experiencia tanto en el fútbol peruano como afuera, así que esta oportunidad creo que no la va a desaprovechar. Va a ser un bien para el fútbol peruano.
Minzum Quina: Para él las horas de entrenamiento son horas de entrenamiento. Después de eso, es como un amigo. Se bromea contigo, te hace bromas y podías conversar con él de cualquier tema. Es una persona abierta. Pero en el tiempo de entrenamiento es concentración y exigencia al 100%. Juan es una persona muy respetuosa. Como él siempre ha dicho, ‘cuando es joda, joda. Cuando es trabajo, es trabajo’. Juan te puede ‘putear’, te puede exigir una cosa y quizás a ti te pueda incomodar o molestar, pero al minuto él se está bromeando contigo. Él es así, pero las cosas que hace tienen que salir siempre bien. Si no sale bien, te hace repetir las cosas hasta que las perfecciones. Es muy perfeccionista en su trabajo y muy exigente. Tiene sus reglas, no condiciones, son reglas que él pone y se deben cumplir.
Ysrael Zúñiga: Puedes aprender mucho de Juan, porque te hace trabajar al 100%, es exigente. Es un enfermo del fútbol, como digo yo hablando positivamente, porque siempre está capacitándose, estudiando, viendo la forma de cómo hacerle frente a un rival. Es un estudioso y eso te contagia, te hace pensar que tú también puedes crecer, como todos los que son competitivos (...) Recuerdo cuando él empezó como entrenador y rotaba mucho. Nunca repetía un equipo y la gente lo criticaba. Pero al final terminaba consiguiendo resultados. Él lo que hacía con su rotación era básicamente que compitas.
2. Los pedidos de Reynoso
Diego Penny: Lo que más marcaba dentro de su trabajo era que dentro de la cancha él pedía mucha concentración, mucha posesión de balón, mucha comunicación, entender siempre qué es lo que el juego pedía. Y fuera de la cancha, lo que está por encima de todo - siempre conversó conmigo sobre eso- era hacer siempre buenos grupos. Los grupos son los que sostienen los resultados, las campañas, sostienen todo. Entonces en este caso en la selección va a encontrarse un gran grupo transformado, que está fuerte. Eso va a ser muy bueno para lo que viene.
Junior Ross: Exigente dentro de la cancha más que todo. Pedía que uno tenga que trabajar siempre al máximo. Fuera de la cancha, a él no le importaba mucho que hicieras. Solo importaba que respondieras dentro. Uno se da cuenta al tiempo de la exigencia que él te daba y la responsabilidad que uno tenía dentro del campo. Si él no veía fuera del campo cómo eras, pues dentro del campo tenía que ser exigente. También la simpleza que pedía con el sentido de que a él le gustaba el fútbol práctico. Eso al fin y al cabo ahora es mucho más reconocido, ese fútbol más exigente y mejorabas mucho tu técnica. Te ayudaba bastante.
Hernán Rengifo: Lo que siempre quiere él es que se haga lo que se entrena, nada más. La verdad que lo que él te pedía lo hacía sin problemas. Cuando veía que nos complicábamos, él nos enseñaba con el ejemplo. Un gran entrenador que seguro hará crecer mucho a cada futbolista que llegue a la selección.
Rainer Torres: Nos pedía orden, concentración, que siempre vayamos a la línea que él marcaba, a lo que él quería. Simplemente eso, él tenía un guion y quería que te manejes de acuerdo al guion.
Jonathan Acasiete: Lo que siempre pedía era la concentración, porque cada detalle era importante a la hora de jugar. Y va a ser fundamental. Era una persona que te exigía bastante y no dejaba un margen, ni un mínimo error, para que uno pueda comportarse a la altura del partido. Siempre me quedo con eso de que era bien detallista en cada partido que había.
Minzum Quina: Siempre a los viajes teníamos que ir sin gorra, sin aretes, bien uniformados. Pedía siempre puntualidad. En las concentraciones, respetar la hora de la comida, de la cena, de la charla. Cosas, creo yo, normales. Él no es sargento ni nada. Son solo las reglas que él pone. Cuando tú llegas, primero que todo él te da una confianza de jugador a técnico y sientes el respaldo desde el primer día. Pero cuando le fallas, es un poco complicado volver a ganarte su confianza.
Ysrael Zúñiga: Lo que no es negociable para él es la actitud. Puedes jugar mal, puedes jugar bien, pero el compromiso, la actitud y las ganas no son negociables en ningún equipo y Juan lo recalcaba mucho. Nos pedía darlo todo siempre.
3. Gestión de vestuarios
Diego Penny: Los entrenadores no manejan los vestuarios. Los vestuarios los manejan los jugadores, por eso hay un vestuario de jugadores y hay un vestuario de técnico. La interna, la camaradería, las buenas relaciones, él las maneja muy bien como en equipo. Obviamente hoy en la selección que se trabaja mucho menos porque los seleccionados van muy poco tiempo antes de los partidos ha sido un poco más complicado. Pero siento que ya los jugadores vienen con una base de eso y sin duda eso va a poder ser manejado de la mejor manera.
Junior Ross: El vestuario lo manejaba de la mejor manera, siempre tratando de que el equipo esté unido. Por ahí él hacía parrillas para poder juntarnos, para poder dialogar. Tú sabes que a veces el jugador, los más chicos más que todo, a veces son un poco introvertidos. Entonces él hacía eso para que la gente se compenetrara más.
Hernán Rengifo: Tiene un gran manejo de grupo. Se molesta cuando no haces lo que él quiere, pero siempre con el ejemplo te enseña. Siempre te cuenta sus experiencias, siempre hay momento para pasarla bien en el entreno en todo aspecto.
Jonathan Acasiete: Manejaba muy bien el grupo. Siempre en el trabajo era exigente y después era como un padre para todos, porque siempre nos aconsejaba. Por ahí, hacía un poco de bromas. Y para mantener al grupo unido, trataba de hacer algunos detalles, salir al cine y esas cosas que al fin y al cabo hacía que el grupo sea más fuerte.
Minzum Quina: Él motivaba a la gente de muchas maneras. Agarraba y decía ' jugamos hoy día sábado y no jugamos hasta el domingo. Bueno, ya muchachos, ganamos este partido y hay dos días de descanso’. Y el día que entrenábamos lo hacíamos en la tarde incluso para llegar descansados después del viaje. Cosas así, o agarraba y él te ofrecía premios o parrillas. Pero con Juan nunca vas a ver una pichanga.
Ysrael Zúñiga: Siempre hay almuerzos o cenas de confraternidad en todos los equipos. Juan, en ese sentido, es como muchos. Siempre hay reuniones, charlas, videos… todo lo que te ayude a mejorar y fortalecer como grupo, como equipo. Siempre están los detalles ahí. En esos momentos, Juan es bastante buena onda. Con nosotros, un amigo más y dentro del trabajo ya había jerarquías que respetar y que cumplir las indicaciones que Juan tenía para el equipo.
4. Anécdotas especiales
Diego Penny: Yo fui su primer capitán en el primer equipo que él dirigió. Tengo muy buenos recuerdos, salimos campeones del Torneo Clausura con un equipo muy chico como el ‘Bolo’. Recuerdo que por campeonar nos regaló una camioneta y la vendimos y la dividimos entre todos. Espero que si clasificamos al mundial, seguramente los premios que él ofrezca va a ser mucho más grande (entre risas), pero lo hace de todo corazón porque él es una muy buena persona.
Junior Ross: Lo de las parrillas fue como una manera de integración. En esos momentos, recuerdo la confianza que te daba. No solo se hablaba de fútbol, se compartían cosas más personales, cómo era cada jugador como persona, fuera del ámbito futbolístico. Así generaba más confianza para el jugador. Con algunos había un tema con los pasajes. Como yo me iba a Lima los fines de semana a veces, tenía que hacer gol para que pudiera irme, con permiso. Él te daba esa confianza.
Jonathan Acasiete: Nos daba charlas, nos contaba sus anécdotas de su carrera como futbolista y como entrenador también. En cada palabra que él decía siempre te dejaba un buen mensaje para que uno lo pueda tomar y lo pueda hacer uso de su vida para bien. Siempre en los malos momentos estaba ahí para darte un empujón. Cuando estábamos en Bolo, él jugaba fútbol tenis y siempre apostaba fuerte. Con los premios hasta ofrecía su carro. Siempre apostaba o daba un premio extra de su propia voluntad, de lo que él podía dar.
Minzum Quina: En 2017 hubo un temblor en México y por esos problemas Reynoso fue allá con su familia. Él nos dio una charla y no podía ni hablar. Se le secó la garganta y comenzó a llorar porque tres años y medio estuvo con nosotros y no nos quería dejar, pero también estaba en juego su familia. Y para él es muy importante también su familia y quería estar con ellos en esos momentos. Esa fue una de las veces que yo vi a Juan quebrarse. Lo vi llorar y se despidió muy triste del equipo. Bueno, es una persona humana, que llora, ríe y también se enoja.
Ysrael Zúñiga: Tengo muy buenos recuerdos con él en Aurich y Melgar. Siempre Juan es muy querido y apreciado de parte mía y de mi familia. Cuando él llegó a Aurich, yo empecé a jugar y justo me lesioné la rodilla. Tuve el apoyo de Juan. Me operaron en México, hice parte de la rehabilitación ahí gracias a Juan. Estoy agradecido con él hasta ahora, porque me rompí tan feo la rodilla, porque incluso había posibilidades de no volver a jugar. Pero al final seguí jugando unos años más, así que estoy agradecido. También en Melgar habían un montón de anécdotas, apoyando a los chicos, a veces en comidas, o jugando fútbol tenis.