Se llama Lima bajo fuego y es el título que escribe Juan Pablo Bedoya Muñoz-Nájar desde su correo personal. Dice que la tomó en Surco, en los primeros días de mayo, que son a su vez los días últimos de esta cuarentena por el coronavirus que llegará hasta finales de mes. Posiblemente. Lima bajo fuego es una de las fotos más impactantes que colapsaron el correo de Desde la Redacción, la cuenta que busca estar en contacto con ustedes, nuestros lectores, pocas horas después de la convocatoria “Admira desde tu ventana”.
Muchas gracias.
Hasta este sábado en que se escribe esta nota, seguían llegando los emails. El Perú, país de cebicheros, de chicharroneros, de cerveceros, es decir, de comelones, se ha vuelto también un país de fotógrafos amateurs. De admiradores de la naturaleza. Y es una buena noticia.
Lima bajo fuego se llama la foto que abre esta selección de imágenes que los lectores de este diario enviaron y que son la prueba de lo visto y oído en estos días de aislamiento social obligatorio. Como la foto de Carla Bielich, que ella misma resume así: “La tomé en el jardín de casa, hace mucho que no veía una abeja y ahora casi todos los días veo una en el jardín”. También está la historia de Milagros Ramírez, que así lo cuenta: “Cada tarde contemplo, en las alturas de los cerros de Vista Alegre, distrito de Chorrillos, el atardecer.Este fue uno de los últimos ocasos que pude observar a finales de abril. El sol, siempre majestuoso, alumbrando el histórico Morro Solar del distrito”. O la imagen del responsable Ignacio Teullet, el muchacho de 14 años que cada mañana ve la misma imagen, desde el lugar donde se protege: “Hola. Vi su anuncio en el periódico y en redes y como soy fotógrafo, les mando las 2 fotos que hice desde la puerta de estacionamiento de mi casa”. Una lección.
Estas son. Sigamos mirando al cielo.