María Almenara nació como un negocio de auto sostenimiento y, cuando se une Carlos Armando de la Flor, esposo de María, llegó con un background de carrera corporativa en empresas multinacionales de tecnología y telecomunicaciones. Ahí se combinó la pasión y el amor por la pastelería de María con la visión empresarial innovadora de Carlos Armando, cuenta Romina Pró, gerente de Experiencia e Innovación de la compañía.
En la última edición del premio Creatividad Empresarial de la UPC, la compañía María Almenara recibió cuatro galardones: el premio en la categoría de Marketing, Comercialización y Ventas por su proyecto “De un negocio tradicional a uno de experiencias”, el premio en la categoría Servicio al Cliente con su proyecto “Diseñando experiencias phygital”, el premio a la Mediana Empresa y el Gran Premio Creatividad Empresarial.
MIRA | Kimberly-Clark: “Tener una marca con propósito es mucho más potente y la sociedad también lo espera”
Además de dos de los grandes premios de este concurso, ganaron con dos proyectos relacionados a las experiencias de sus consumidores, ¿de qué se trataron?
En Marketing, Comercialización y Venta presentamos todo el escenario y el tiempo que habíamos trabajado para conseguir los objetivos. En 2019, el microemprendimiento pasó al negocio B2B atendiendo a otras marcas y en la medida que la demanda iba creciendo, el equipo vio la oportunidad de explorar en el negocio del cliente directo. Esto también se da porque María necesitaba esa satisfacción que tenía antes que ver a la gente, a sus clientes que le daban un feedback de sus productos.
Con la inauguración de la primera tienda se determinaron dos líneas de negocio: las empresas y los clientes y empieza a crecer la propuesta multicanal, en plataformas virtuales y presenciales, el canal ecommerce. Con este despliegue empieza la necesidad de tener un uso de tecnología importante porque la capacidad operativa era gigante y emprendemos el rumbo a la automatización de procesos, a la analítica de inteligencia de negocios.
TAMBIÉN LEE | “Cuando el propósito es relevante y el equipo de gente lo vive intensamente, es mucho más fácil innovar”
En experiencias phygital teníamos una cantidad de motos llegando para delivery y nos preocupaba ser buenos vecinos. Entonces, decidimos traspasar esto unos cuantos kilómetros más allá y nace nuestra primera tienda phygital en Precursores. Es un espacio determinado dentro de una estación de servicios y tenemos una especia de cocina oculta donde vienen, dan su código y te llevan los productos. Los clientes también pueden utilizar este espacio y tienen la ventaja de llevar productos por esta ventanilla hasta en cinco minutos.
¿Cómo los ayuda trabajar con la data para generar esas experiencias de un negocio tradicional?
Lo que hacemos con la data es organizarla para poder hacer segmentación y combinarla con inteligencia artificial, mapas de calor. Los primeros proyectos que hicimos, nos permitieron crecer la demanda. Saber cuánto van a vender nuestras tiendas y en qué momento. Eso es muy importante para el negocio porque nos ayuda a producir lo que vamos a vender y mermamos mucho menos.
Esa capacidad correcta y anticiparnos a la no sobreproducción es importante para el negocio y para tener lo que el cliente va a pedir. Eso contribuye bastante a la experiencia del consumidor.
TAMBIÉN LEE | “Buscamos un cliente consciente, entregado y respetuoso”
¿Cuáles son los planes para seguir consolidándose en el país?
Las aperturas de nuevas tiendas, sin duda. Eso nos da mayor capacidad y alcance a los consumidores. Ya inauguramos la tienda número 19 en La Bolichera.
La compañía busca la internacionalización, ¿cómo han avanzado con ese plan?
Lo tenemos en proyecto y eso también es parte de lo que se espera, seguir creciendo en Lima y ver países de Sudamérica inicialmente. Hemos analizado unos cuantos pero no me aventuraría a decirlo todavía.
Se llevaron dos galardones más, el premio a la Mediana Empresa y el premio Creatividad Empresarial, ¿qué significó ganar todos estos reconocimientos?
Estuvimos en esa premiación y fue algo increible, una validación de lo que veníamos haciendo, de este crecimiento sostenido que veníamos viendo en nuestro propio modelo de negocio, pero ya definitivamente que una universidad tan prestigiosa y un premio de este tipo, tan deseado, nos lo otorguen, fue una validación de que estábamos por buen camino y haciendo las cosas de manera correcta.