Ana María Bugosen es la gerenta general de Cafeladería 4D. Trabajó en una empresa automotriz en Chile y luego volvió a trabajar en la cafeladería 4D como maestra heladera. Años después, asumió la gerencia general. (Foto: Nancy Chappell)
Ana María Bugosen es la gerenta general de Cafeladería 4D. Trabajó en una empresa automotriz en Chile y luego volvió a trabajar en la cafeladería 4D como maestra heladera. Años después, asumió la gerencia general. (Foto: Nancy Chappell)
Claudia Inga Martínez

En nuestra sección de Management, Ana María Bugosen, actual gerente general de la cuenta a Día1 su desempeño en el mundo empresarial y el gran reto que asumió cuando tomó las riendas de la empresa.

1. ¿Qué aspectos de su personalidad considera que han influido positivamente en su carrera profesional?
En mi profesión (maestra heladera) influye mucho ser una persona metódica y superdisciplinada, rasgos que heredé de mi padre, quien siempre me enseñó la forma correcta de hacer las cosas con su ejemplo y conducta. Es por ello que mi día a día tiene un orden y un horario, pues todo lo que empiezo lo tengo que terminar.

2. ¿Cuáles, por el contrario, cree que son los rasgos de su personalidad que no han sumado a lo largo de su trabajo?
Soy una persona superconfiada en todo y con todos. Siempre creo en los demás y esto, a veces, me ha traído decepciones.

3. ¿Cuál ha sido la principal dificultad que ha afrontado en su carrera?
La mayor dificultad fue cuando tuve que tomar el máximo cargo en una empresa que estaba ‘maquillada’. Por dentro era un desastre administrativo, las cosas no eran como decían ser y estaba llena de deudas no declaradas. Además, los productos y servicios ofrecidos no eran competitivos. Fue todo un reto personal y profesional.

4. ¿Hubo algún error que recuerde a lo largo de su carrera? ¿Cuál fue?
Puedo decir que he vivido una experiencia que me ha marcado mucho dentro de mi vida profesional, pues he sido estafada, engañada y saqueada. Lo que aprendí es que -tanto por esta situación como por otras experiencias en mi vida- soy como el ave fénix, ya que vuelvo a renacer ante un golpe o una caída, y todo eso se debe a mi fe en Dios, que es más grande que cualquier otra cosa.

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