A de dejar atrás el 2024, nos preparamos para festejar– de alguna u otra forma – el nuevo año. Sea con viajes, cenas, cábalas o alguna fiesta, los peruanos se las ingenian para celebrar con expectativa y buena vibra.
De hecho, según un estudio realizado por Global Research Marketing (GRM) y Venta Profesional Group, el 42% de los limeños encuestados asegura que viajará para recibir el Año Nuevo 2025 . De este grupo, el 72% de los consultados afirma que viajará dentro del país, mientras que le 28% visitará destinos internacionales en estas fiestas.
En el reporte también se observa que los limeños estiman que gastarán en promedio S/1.110 en las celebraciones de Año Nuevo, una cifra que supera al gasto del año pasado, pero que es unos S/280 menos que en el 2022.
Giuliana Reyna, CEO de GRM, explica que los precios de bienes y servicios tuvieron un incremento significativo, teniendo un impacto en el costo elevado de productos básicos, transporte, alojamiento y otros elementos para la celebración.
“Las promociones de agencias de viajes, supermercados y empresas de entretenimiento pueden motivar a un mayor gasto. Además en un entorno de costos elevados, las reuniones en casa con familiares y amigos son también una alternativa más popular”, sostiene.
Destinos y contexto
Dentro del país, los destinos favoritos están liderados por Cusco, siendo el lugar elegido por el 23% de los encuestados. A ellos le siguen Máncora, Piura, Tumbes, Trujillo, Huancayo y Paracas, destinos que se han posicionado por años como los favoritos en estas fiestas.
No obstante, en el caso de las playas del norte, que suelen recibir normalmente entre 25 mil y 30 mil visitantes en las fiestas de fin de año, de acuerdo a la Cámara de Comercio y Producción de Piura, este año afrontaron un revés a una semana del 31 de diciembre con el derrame de Petro-Perú ocurrido en la playa Lobitos, en Talara.
El derrame, que afectó a cuatro playas y que se extendió a Cabo Blanco, se viene atendiendo pero aún no se ha realizado la remediación total y el Gobierno decretó 90 días de Estado de Emergencia Ambiental.
Para Tito Alegría, director ejecutivo de Proturismo, esta medida no aporta realmente y más bien genera una imagen negativa del país y ruido que propicia cancelaciones como las que se vieron en los primeros días luego de la fuga de crudo. No obstante, remarca que la actividad de los operadores turísticos y restaurantes se ha retomado y están listos para recibir visitantes.
Por el lado de la afectación a las playas, Alegría reclama la presencia del Ministro del Ambiente para tomar cartas en el asunto. A pesar de todo, indica que hay optimismo entre los empresarios de turismo del norte de cara a Año Nuevo. Y aunque hay expectativa de más viajes por fin de año en el país, comenta que hay ruido ante anuncios de posibles marchas de los mineros artesanales y algunos oleajes anómalos.
“El turismo en el Perú ha sobrevivido sobre todo por el turismo de los propios peruanos”, agrega, siendo Lima el principal emisor. Del extranjero, Ecuador, en el caso de las playas del norte, y Chile y Estados Unidos es de donde provienen nuestros principales emisores. Alegría sugiere que se debe reactivar la mesa ejecutiva de turismo en el MEF, como hubo hace unos años. y tener campañas de educación y conciencia turísticas para incentivar la recuperación del sector. Indica que apenas estamos raspando para llegar a 3,2 millones de turistas extranjeros mientras Colombia está llegando a los 7 millones.
De otro lado, en cuanto a los limeños que visitarán destinos internacionales por Año Nuevo, la lista la encabeza Argentina, seguida de Estados Unidos, Brasil, Francia, España y Chile.
Reyna explica que estos destinos ofrecen una combinación ideal de cultura, festividad y lugares turísticos, además de vuelos directos y conexiones accesibles.
“En estas fechas, las agencias de viajes realizan promociones y paquetes para estos destinos internacionales, además de que los bancos suelen ofrecer también promociones y facilidades de pago a través de tarjetas de crédito para incentivar su uso”, comenta.
Las cábalas, así también, son parte del ritual de fin de año. Además de empezar con actitud positiva, un 33% de limeños revela que come 12 uvas a medianoche como parte de sus medidas cabalísticas, un 28% lleva lentejas en el bolsillo o en el bolso y un 16% usa prendas de color amarillo.
Para Reyna, las supersticiones de Año Nuevo están llenas de simbolismo y son una forma de comenzar el año con intenciones claras y energía positiva. “En regiones andinas o amazónicas, las cábalas se combinan con costumbres ancestrales, como el uso de hojas de coca o rituales de agradecimiento a la Pachamama”, comenta.
Entre los principales deseos de los limeños para el 2025 destaca que se reduzca drásticamente la violencia y la inseguridad ciudadana.