El presidente de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios da cuenta de las dificultades que enfrenta el sector. Pese a ellas, estima que este 2024 se desarrollen diferentes proyectos inmobiliarios en Lima y en el interior del país.
-El año pasado se modificaron las tasas de interés y subsidios de MiVivienda, además, no se incluyeron recursos del Bono del Buen Pagador, ¿qué impacto ha tenido sobre el sector inmobiliario?
El impacto ha sido grande porque la partida del Bono del Buen Pagador todos los años es de S/ 75 millones y la del 2023 fue cero. El ratio de crecimiento de las familias en el país es de 2,5% al año, quiere decir que el presupuesto tendría que tener no menos de ese incremento, pero aún eso no alcanzaría porque la brecha es muy grande.
La tasa de interés afecta porque ya no acceden a tasas preferenciales y está afectando el ticket de venta.
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-¿Podría incrementarse el déficit habitacional en el país?
El déficit está registrado en 1,8 millones de viviendas; sin embargo, esa cifra se incrementa alrededor de 150 mil viviendas al año y, en la práctica, solo se generan 50 mil viviendas al año. Hay un desfase en la cantidad y, en esta situación, muchas familias que no encuentran alternativas a sus opciones de liquidez y condiciones de crédito, van a las viviendas que se producen informalmente. Esto viene de un origen de tráfico de tierras y nos lleva a un terreno de inseguridad física y jurídica –no tienen título–.
"El sector inmobiliario es el segundo contribuyente al PBI con un 4% aproximadamente"
-Algunas municipalidades se opusieron a la construcción de Viviendas de Interés Social, ¿cuántos proyectos se han visto afectados?
Tenemos mapeados alrededor de 400 proyectos inmobiliarios afectados con una inversión estimada de US$ 1.500 millones y esto es grave porque afecta la predictibilidad de las inversiones. La mala interpretación de la normativa afecta a las empresas, no se puede desconocer los actos administrativos en base a las revisiones que ya se han hecho y es sumamente importante hoy día porque cada semana va saliendo un nuevo distrito que se opone.
-Con todo ello, ¿qué le espera al sector para este 2024?
A pesar de todas las complicaciones esperamos buenas inversiones. Este año hay distintas inmobiliarias que tienen proyectos programados en Miraflores, Jesús María, La Victoria, Pueblo Libre, San Miguel, Magdalena. Vemos que hay más de 200 proyectos también en marcha fuera de Lima como en Piura, Trujillo, Arequipa y Chiclayo, de cerca de S/ 4.500 millones.
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-¿Qué retos enfrentará el sector este año?
Un punto importante son las tasas de interés y que el fondo MiVivienda pueda tener los recursos necesarios y, ligado a ello, viene un presupuesto que debería estar hecho de manera multianual con fondos suficientes. El monto del presupuesto del Ministerio de Vivienda es de alrededor de S/ 1.200 millones anuales y casi la mitad es para Sitio Propio, un programa que arregla las viviendas que son producto de invasión de gente que compró terrenos a traficantes de tierra. Es un problema social que habría que regular para que esas opciones presupuestarias vayan a la adquisición de vivienda nueva. El Ministerio de Vivienda necesita triplicar su presupuesto. Es importante si consideramos que, de la expansión urbana en el Perú, solo el 7% es formal. El 6% es la oferta de los tres gremios en conjunto y 1% es la oferta de los fondos limitados de MiVivienda.
En Chile, el presupuesto, sin que exista un fondo de vivienda, es de US$ 4 mil millones, y en Colombia cerca de US$ 2 mil millones. Estamos lejos de la realidad y tratamos de que el Gobierno considere que realmente el presupuesto que se le asigna al sector vivienda es muy pequeño y es difícil cerrar brechas con esa base.