Faltan pocos meses para que el Gobierno concesione el proyecto de masificación del gas natural en siete regiones de los Andes y la selva, pero aún no se conoce de dónde procederá el insumo (gas).
Eduardo Guevara, viceministro de hidrocarburos, ha señalado que este provendría de un mix de fuentes que incluyen el ramal de TGP en Ayacucho, los yacimientos de Aguaytía (Pucallpa) y la planta de Perú LNG en Pampa Melchorita (Chincha).
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De esta última parten, desde fines del 2017, los camiones que llevan el gas de Camisea a las concesiones de Quavii (norte del país) y Naturgy (sur). No obstante, Perú LNG asegura que puede atender más proyectos, como el de Siete Regiones.
“Para ello tendremos que habilitar una segunda bahía (para camiones), pero la ventaja es que la instalación original está diseñada para ampliarse, así que no será muy complicado dar ese paso”, refiere María Julia Aybar, gerenta general del consorcio.
Apunta que la oferta también está asegurada, con gas del lote 88, en el cual “hay suficiente”. La única incógnita es la demanda.
“Primero queremos ver el consumo de gas que tendrá el proyecto, para no invertir de más en la nueva bahía y terminar con capacidad ociosa”, señala.
Explica que eso es lo que ocurre actualmente con la bahía de camiones destinada a cubrir la demanda de gas en el norte y sur del país.
Perú LNG tiene un contrato para suministrar hasta 19,2 millones de pies cúbicos diarios de gas a ambos proyectos, pero despacha menos de un tercio.
“Hoy tenemos un exceso de gas que no estamos utilizando, porque la demanda en el norte y el sur no ha crecido como debería. Cuando sepamos cual será, vamos a participar”, advierte Aybar.