Colombia tiene en la mira al Perú como su principal destino de inversiones, y esta impronta la podemos ver en multitud de bienes y servicios que consumimos cotidianamente sin percatarnos de su origen.
Es el caso del Metropolitano de Lima, servicio que es proporcionado por un consorcio de cuatro empresas, de las cuales tres tienen procedencia colombiana: Perú Masivo, Lima Bus y Lima Vías Express.
“Los peruanos tampoco saben que cuando montan un Taxi Satelital están recurriendo a una empresa barranquillera, o que cuando comen un panetón o un chocolate Winter’s están consumiendo un producto elaborado por una compañía colombiana, el Grupo Nutresa”, apunta Luis Fernando Gómez, director ejecutivo del Consejo Empresarial Colombiano (CEC), gremio que agrupa a 210 empresas de procedencia colombiana.
Entre estas se encuentran, asimismo, la azucarera Laredo (del grupo Manuelita), la constructora Urbana Perú (del grupo Colpatria) y la AFP Integra (del Grupo Sura).
Y, claro está, también los tres gigantes energéticos colombianos: Grupo Energía de Bogotá (GEB), ISA REP y Promigas, empresas que en conjunto representan cerca del 30% de las inversiones del país norteño en el Perú.
En total, apunta Gómez, los asociados de CEC han invertido en nuestros país cerca de US$23.500 millones en los últimos 25 años, cifra que posiciona a Colombia como el cuarto inversionista más grande luego de España, Chile y China.
“Perú es, a estas alturas, el mercado más importante para las inversiones colombianas”, anota el empresario.
Esto, a pesar de que el presidente de Colombia, Gustavo Petro, se niega a reconocer a Dina Boluarte como presidenta del Perú, y a que ambos presidentes han retirado de forma cuasi definitiva a sus respectivos embajadores.
Sin embargo, nada de esto impedido que las relaciones comerciales entre ambos países “sigan siendo fuertes”, anota Gómez.
Por el contrario, el empresario advierte que las empresas colombianas están mirando con mayor atención al Perú debido a que el reciente cambio de gobierno en Colombia las ha dejado bastante preocupadas.
“Entonces, en la medida que las empresas colombianas encuentran dificultades en su propio país, van a optar por venir al Perú, en vez de ir a Estados Unidos o Centroamérica, que son sus mercados habituales”, refiere Gómez.
NUEVOS JUGADORES
Prueba de este renovado interés es el arribo de nuevos jugadores colombianos al mercado peruano, como es el caso de Arturo Calle, una de las marcas de moda más importantes del país cafetalero.
Y también de Sanitas, la tercera empresa más grande del sector salud en Colombia, la cual está por inaugurar su primer centro médico en Lima.
“Del mismo modo, está llegando Expreso Bolivariano, que es una suerte de Cruz del Sur, la cual va a interconectar Colombia con Perú a través de una ruta terrestre de tres días de duración”, indica Gómez.
Junto con estas empresas, se espera el arribo, para el 2024, de una importante compañía del sector de alimentos procesados, la cual “va a hacer una inversión muy grande”, relacionada con la adquisición de una empresa peruana.
Y, como colofón, se viene también una importante inversion de empresas colombianas del sector logístico, interesadas en participar en el desarrollo del mega-puerto de Chancay.
Se trata de empresas especializadas en la implementación de zonas francas, una actividad con mucho dinamismo en Colombia, pues da cabida a más de 10 mil empresas que generan empleo para 152 mil colombianos.
“Esto va a llegar con fuerza al Perú. Con decir que ya hay compañías colombianas que han ido a Chancay a mirar los terrenos para establecer zonas francas especiales con miras a desarrollar polos de producción”, agrega Gómez.
El empresario explica que todas estas iniciativas son posibles, gracias a la estabilidad jurídica que ofrece el Perú, a su política monetaria sólida, “que es música para nuestros oídos” y a la apertura del país a todo tipo de capitales.
“A los ojos de los colombianos eso es un terreno fértil para traer nuevas inversiones”, agrega Gómez.