Según Proximity es necesario que el mercado peruano se mueva rápido y se preocupe en formar el talento humano adecuado con nuevas capacidades para aprovechar la tecnología 5G.  (Unsplash)
Según Proximity es necesario que el mercado peruano se mueva rápido y se preocupe en formar el talento humano adecuado con nuevas capacidades para aprovechar la tecnología 5G. (Unsplash)
Leslie Salas Oblitas

Si bien Perú ya dio el primer paso para adoptar la tecnología 5G –tras la autorización, por parte del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), a Claro y Entel para implementar este servicio- aun este tema es un proceso complejo que tiene varias aristas.

Adolfo Cruz, gerente general de Proximity Perú, asegura que el primer reto está ligado a los rangos de frecuencia radioeléctricas (activos que los estados tienen en su posesión) que van desde los 700 MHz hasta los 40 GHz para abarcar diferentes tipos de funcionalidad y una red que sea amplia y satisfaga las diferentes necesidades de empresas y del país. “En ese sentido, el mercado peruano ha avanzado en dar el banderazo para que se empiecen a hacer las primeras pruebas”, acota.

El segundo punto sí es más complicado, ya que tiene que ver con un tema de infraestructura. Y es que a diferencia de tecnologías anteriores (donde se desplegaban torres con antenas que cubrían amplios kilómetros de cobertura) en 5G se requiere de muchas más antenas, porque su cobertura es más baja -producto de la potencia que tiene en cuanto al ancho de banda-al igual que la latencia, explica.

“Todo este despliegue requiere de mucha inversión y de mano de obra, por ello, lo que vamos a ver es el servicio 5G, principalmente, en las principales urbes donde hay más población; mientras que, en zonas más alejadas lo que se dará es una convivencia con 3G y 4G por muchos años más.

Otro punto importante es el desarrollo de contenidos optimizados y la adopción, por parte de la población, de dispositivos compatibles para que puedan aprovechar de las nuevas velocidades del 5G, precisa.

De otro lado, los fabricantes también tendrán que hacer rediseños para aprovechar este avance y las oportunidades que permite.

MASIFICACIÓN

Como el tema de la infraestructura es crítico, el ejecutivo señala que ya dependerá del Gobierno establecer bien las reglas de juego en los procesos de licitación para que sean las compañías de telecomunicación quienes se hagan cargo de la inversión para el despliegue, como suele ser usual.

Considera que el enfoque inicial de las operadoras estará puesto en la capital y en las ciudades principales. “Definitivamente este será un proceso gradual, con un arranque lento, pero según estimaciones se espera que ya para el 2025 las principales ciudades del mundo, donde esperemos esté Lima, tengan un servicio estable con una cobertura apropiada de 5G”, enfatiza.

Indica, no obstante, que la masificación en sí tomará más tiempo, incluso se habla de tener esta tecnología completamente desplegada entre el 2030 y 2032. “Hablamos que de aquí a 10 y 12 años más conviviremos todavía con la tecnología 3G y 4G. Lo importante es empezar ya, porque los costos de retrasarse en este tipo de procesos a nivel de competitividad país son muy altos”, asevera.

CIBERSEGURIDAD

De otro lado, Cruz menciona que cuando se adoptan nuevas tecnologías las alarmas se activan, ya que con la adopción del 5G se generará un despliegue masivo a través de dispositivos interconectados. “En un futuro cercano cualquier persona estará interactuando con al menos 100 sensores durante su día normal en casa, en el trabajo, en el auto, en sus momentos de esparcimiento y otros, lo cual abre puntos donde pueden haber amenazadas cibernéticas y ese será un tema con lo que vamos a tener que lidiar”, dice.

Sin duda, los peligros a ataques en la red aumentarán por la cantidad de puntos de conectividad y es que con la quinta generación se romperán paradigmas, porque la conexión a internet dejará de ser un acto consciente y pasaremos a vivir dentro de la internet, potenciando riesgos y amenazas.

“Con la tecnología 5G será 20 a 50 veces más rápido navegar, respecto a 4G, y el periodo de latencia, que es la capacidad de respuesta, será también 20 veces más rápido de lo que parpadean las personas, lo cual abre un mundo de oportunidades. “Hay tecnologías que serán apalancadas con la llegada del 5G como el internet de las cosas, realidad aumentada, entre muchos otras”, acota.

Sin embargo, para aprovechar esta situación también es necesario que el mercado peruano se mueva rápido y se preocupe en formar talento humano calificado en estas nuevas capacidades -del cual Proximity Perú está en búsqueda- y en cambiar los currículos de las universidades en pro de una mejor preparación.

Finalmente, hace hincapié en que este cambio involucra un tema de educación a las personas y empresas sobre sus ventajas y beneficios. “El 5G no es una tecnología orientada al usuario final, sino a las empresas para que saquen el mayor provecho y modernicen sus modelos de negocio”, puntualiza.

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