Los precios del cobre operaban bajo presión el lunes, tras datos económicos de China -el mayor consumidor mundial- que sugirieron una desaceleración de la demanda de metales industriales, mientras que los inventarios aumentaron en los almacenes registrados en la Bolsa de Metales de Londres (LME).
A las 11:53 GMT, el cobre referencial en la LME caía un 0.7%, a US$ 9,652 la tonelada. El metal, muy usado en los sectores de la energía y la construcción, alcanzó la semana pasada los US$ 10,072, su nivel más alto desde el 21 de octubre.
“Los sectores de la economía china intensivos en metales siguieron enfriándose en diciembre. Las inversiones en los sectores de infraestructuras e inmobiliario siguen reduciéndose”, dijo Carsten Menke, analista de Julius Baer.
“Las perspectivas a largo plazo del mercado inmobiliario se caracterizan por los retos estructurales relacionados con la disminución de la población en edad de trabajar y la ralentización de la urbanización”, agregó.
La inversión inmobiliaria en China se redujo un 13.9% interanual en diciembre, cayendo al ritmo más rápido desde principios de 2020. La inversión aumentó un 4.4% en 2021, el crecimiento anual más lento desde 2016.
Las existencias de cobre en los almacenes registrados en la LME aumentaron en 6,550 toneladas, hasta las 92,850 toneladas, lo que atenuó los temores de una mayor escasez de suministros en el mercado de la LME.
En otros metales básicos, el aluminio bajaba un 0.2%, a US$ 2,969 la tonelada, tras superar los US$ 3,000 la semana pasada y tocar su máximo desde el 21 de octubre; el níquel cedía un 1.5%, a US$ 21,870; el zinc subía un 0.2%, US$ a 3,528; el plomo ganaba un 0.2%, a US$ 2,360; y el estaño mejoraba un 0.5%, a US$ 40,550.