Redacción EC

Este martes 31 de enero, la agencia calificadora de riesgo Moody’s informó que redujo de estable a negativa la perspectiva de calificación del Perú, tanto en moneda local como extranjera. Asimismo, mantuvo en Baa1 la calificación crediticia del país a largo plazo.

En su reporte, la firma señaló que este cambio de perspectiva se sustenta en que se han “intensificado” los riesgos sociales y políticas, lo que amenazan para los próximos años “un deterioro de la cohesión institucional, de gobernabilidad, eficacia de las políticas y solidez económica a través de los sucesivos gobiernos”.

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Moody’s explicó que la convulsión social, tras la vacancia de Pedro Castillo, en diciembre, amenaza con debilitar la fortaleza institucional y la gobernabilidad del país, en particular este último aspecto y la eficacia de las políticas a largo plazo. Además, la calificadora sostuvo que las persistentes interrupciones políticas y sociales generan el riesgo de erosionar las inversiones, teniendo consecuencias negativas en la solidez económica.

“Este entorno corre el riesgo de restringir la capacidad de adoptar reformas que mejoren el sentimiento de inversión y abordar de manera efectiva los desafíos estructurales del Perú”, detalla el reporte.

Asimismo, se agrega que los recurrentes conflictos sociales pueden llevar al deterioro de la fortaleza institucional, conllevando a que los siguientes gobiernos tengan una menor capacidad para preservar la continuidad de las políticas públicas y tener un enfoque a mediano plazo para la elaboración de estas.

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Para el presidente del Consejo Privado de Competitividad, David Tuesta, prueba de esta capacidad de los gobiernos para preservar la continuidad de las políticas públicas es que desde el Ministerio de Economía y Finanzas se maneja el plan Con Punche Perú. En ambos casos, enfocados en atender problemas de corto plazo.

“Apuntan a problemas de inversión pública en componentes de corto plazo. Nada de ello puede asegurar que más adelante va a funcionar. No obstante, es lo que puede hacer hoy el Gobierno limitado por la situación política”, afirmó Tuesta.

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Para la agencia neoyorquina, este continuo malestar social, además del escenario de incertidumbre respecto a las siguientes elecciones generales, así como el entorno político para los futuros años, hacen que haya un riesgo más duradero en el sentimiento de los inversionistas y de la actividad económica.

Adicionalmente, sostiene que otro motivo que conduciría a la rebaja de la calificación crediticia de Perú sería el inicio de un proceso constitucional que busque modificar el modelo económico.

Baa1

Respecto a su decisión de mantener la calificación crediticia del país en Baa1, Moody’s señaló que la política general y el marco institucional del país son efectivos en contener una posible erosión en la fortaleza fiscal y económica, pese a los riesgos que se generan en el inestable entorno social y político.

Agregó que el balance del país se mantiene entre los más fuertes en la categoría por su baja carga de deuda y su estructura de deuda favorable, incluyendo un perfil de vencimiento prolongado y ahorros fiscales, aspectos que reflejan un marco de prudente política fiscal.

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Según Tuesta, la decisión de mantener la calificación responde a las fortalezas macroeconómicas del país. “El que todavía se siga sosteniendo el nivel de calificación [en Baa1] responde a buenos números en el ámbito macroeconómico. No son los mejores, pero son suficientes para mantener las cuentas”

Es por ello que, en opinión de Tuesta, no hay razones para que Moody’s u otra calificadora rebaje el actual grado de inversión. “Lo que está reflejando el outlook negativo es el riesgo de que el actual clima pueda derivar a salidas que pongan en serio compromiso la viabilidad del país”, afirmó.

Situación

Además, en su reporte, Moody’s precisa la exposición que tiene el país a los riesgos sociales es “muy negativa”.“Esto debido a los bajos ingresos en el país así como una gran economía informal. A través de los años, las amplias desigualdades han dado espacio a tensiones recurrentes. Servicios básicos de baja calidad, incluyendo saneamiento, salud, educación generan riesgos latentes”, sostuvo Moodys.

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Tuesta advierte que dicha responsabilidad recae principalmente en el proceso de descentralización que hubo en el país. “El principal responsable fueron los generadores de políticas públicas que a inicios de este siglo definieron un proceso malo. Se designaban responsabilidades sin preparar capacidades”, agregó.

Prueba de ello es la mala asignación de recursos en determinados distritos. Según datos del Consejo Privado de Competitividad, el pueblo de Challhuahuacho en la región Apurímac cuenta con un presupuesto per cápita al 2022 de S/14.379. Monto que supera enormemente a las ciudades en la capital. Tal es el caso de Lima Metropolitana, que tiene un presupuesto per cápita de S/1.527.

En línea con otras calificadoras

El exministro de Economía, Luis Miguel Castilla señaló que la reducción de estable a negativa de la perspectiva de calificación del Perú era previsible porque, anteriormente, Fitch había puesto la perspectiva en negativo y tanto Moody’s como S&P, mantuvieron la perspectiva positiva.

“Lo que dicen los reportes es que los fundamentos fiscales siguen siendo muy fuertes. Ninguna de las tres agencias duda de la capacidad de pago del país. En lo que ahora coinciden es que va a haber una convergencia en que todos los problemas de gobernabilidad, la violencia, la inestabilidad política precarizan la toma de decisiones, la falta de acuerdos y eso pasa factura al crecimiento económico, ese es el trasfondo de la reducción”, explicó.

Con esto, aseguró que se pone en entredicho no la capacidad de pago del país, sino que, a mediano plazo, va a ser muy difícil que el Perú logre implementar un conjunto de reformas pro crecimiento por los problemas de gobernabilidad que se han agudizado con la crisis actual.

“Es una lectura política, no es una lectura que estrictamente se ciñe a los fundamentos, a las fortalezas macroeconómicas del país, esas no se han tocado y eso es lo que mantiene la calificación en el nivel donde está”, dijo.

Para Castilla, esto es una alerta al tema político tal como lo hizo Fitch y ahora todas las agencias se están homologando. Sin embargo, no hay afectación en el corto plazo más allá de la señal de alerta de que estamos enfrentando una crisis política que no tiene fin en el corto plazo y que efectivamente pasa factura a las perspectivas de crecimiento del país, por el tema político básicamente.

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