Alianza Lima vs. Alianza Universidad: mejores imágenes del partido. (Foto: Fernando Sangama)
Alianza Lima vs. Alianza Universidad: mejores imágenes del partido. (Foto: Fernando Sangama)

Esta semana, mediante un fondo privado denominado Fondo Blanquiazul, un grupo de socios del club pagará la deuda concursal que la institución tiene con la . De esta manera, el fondo planea convertirse en el principal acreedor del club, reveló a El Comercio una fuente cercana a la operación que optó por permanecer en el anonimato. 

Esa figura es conocida, en términos jurídicos, como subrogación, la cual se traduce en que el Fondo Blanquiazul asumirá el rol de acreedor mayoritario, en reemplazo de la Sunat, ante el club Alianza Lima. 

La deuda concursal total de Alianza Lima asciende a S/46 millones. De ese monto, el 64% pertenece a la Sunat, que equivale a un total de S/30 millones. 



“El monto de la deuda concursal no solamente corresponde a la Sunat, también a los acreedores tributarios, laborales y comerciales, que pueden ser personas naturales o jurídicas”, señaló Renzo Ratto, administrador general del club Alianza Lima, a este Diario.

La administración tributaria es el principal acreedor. De concretarse la operación, el Fondo Blanquiazul asumiría todos los derechos que mantenía la Sunat y lideraría la junta de acreedores. 

En un proceso concursal, esa junta toma todas las decisiones relevantes sobre el club, incluida la posibilidad de modificar el plan de reestructuración, nombrar nuevos administradores o transformar una asociación (sin fines de lucro) en una empresa (con fines de lucro).

PRÓXIMOS PASOS
Una vez realizado el pago por subrogación, el Fondo Blanquiazul y la Sunat deberán pedir al Indecopi que reconozca al fondo como el nuevo titular de esos créditos fijados en el procedimiento concursal, explica José Antonio Jiménez, socio del estudio Rebaza.

“Si el Indecopi reconoce al Fondo Blanquiazul como nuevo acreedor, deberá llamar a una junta de acreedores para comunicar que hay un nuevo acreedor mayoritario que va a tomar el control. Eso puede demorar treinta o cincuenta días”, señala la fuente cercana a la operación.

Mientras dure ese proceso, la administración del club Alianza Lima se mantendría bajo la dirección de Renzo Ratto.

CONVERSIÓN
Jiménez advierte que es “complejo” el proceso de conversión de asociación sin fines de lucro a una empresa, si así lo decide el fondo, luego de volverse el acreedor mayoritario.  

“Lo primero que tendrían que hacer es valorizar cuál es el patrimonio que tiene hoy esa asociación y reconocer en primer lugar a los asociados actuales de Alianza Lima. También identificar cuáles son las acciones que cada uno de los asociados percibiría de ese patrimonio, el cual tendría que convertirse”, explica el abogado.

Para esta conversión, el presidente de la junta deberá convocar una junta de acreedores donde se aprobará o rechazará esa iniciativa.
Respecto a la actual administración y gerencias del club, los integrantes del Fondo Blanquiazul no han decidido si estos continuarán al frente de sus puestos.

“Seguramente va a haber una evaluación. No puede haber cambios violentos. Lo que indudablemente se hará es una reestructuración deportiva del club y un nuevo programa de apoyo a una nueva infraestructura para hacer buen deporte”, dijo la fuente.

Al respecto, Ratto señaló a El Comercio que evaluaría continuar liderando la administración del club si los nuevos acreedores se lo proponen.  

“Primero, es la decisión de ellos, y segundo, nosotros como administración. Evidentemente, los gerentes evaluarán si ellos prefieren dar un paso al costado o seguir continuando con la administración”, aseguró Ratto.

FINANZAS
La situación financiera de la actual administración es positiva, según los resultados de los últimos tres años. 

Los ingresos en el 2018 llegaron a S/49 millones, con lo que superaron por S/18 millones a los del 2016, mientras que la deuda total del club pasó de S/21 millones (2016) a S/15 millones (2018). 

Además, los costos del club hace tres años representaban 78% de los ingresos y en el 2018, este indicador se redujo a 63%.

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