Te imaginas que un recién nacido sea registrado en línea por sus padres, sin cola, sin papeles y desde el hospital, esto sucede en Estonia -un pequeño país báltico, con 1.3 millones de habitantes- donde el 99% de los servicios del Estado se realizan de forma digital.
Cuando hablamos de transformación digital en el sector público nos referimos a la transformación digital en la administración pública, en donde las entidades reestructuran sus tácticas, metodologías de trabajo y estrategias dentro de un marco de gobernanza, para la mejora de la eficiencia y calidad de sus servicios de manera digital, y de esa manera acercar los servicios del Estado a todos los ciudadanos.
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En el mundo existe un club de países digitalmente avanzados <e-gobierno>, que se llaman “Digital 9″ (D9) en donde participa Estonia (el caso más representativo de país digital del mundo) Israel, Nueva Zelanda, Reino Unido, Corea del Sur y Portugal. De América están Canadá, Uruguay y recientemente, México.
Los países de América del Sur tienen una brecha aún enorme (exceptuando a Uruguay) y Perú no es la excepción. ¿Qué necesitamos para alcanzar los objetivos digitales? El principal habilitador para un gobierno digital es sin duda la conectividad, porque sin conectividad simplemente no tendriamos la cobertura necesaria para acercar los servicios del Estado a poblaciones distantes. El segundo habilitador es el desarrollo de habilidades digitales; el tercer habilitador es la existencia de buena interoperatividad (intercambio de información entre las instituciones públicas). Como cuarto punto, se requiere un marco jurídico robusto, para una navegación segura y protección de los datos; y por último, contar con un gobierno abierto (datos abiertos).
Con la implementación de estos habilitadores podemos ir hacia la consecución de los objetivos digitales, que no son otros que los vinculados a calidad en salud (que sea universal y efectiva), economía digital inclusiva, transformación educativa, seguridad ciudadana, e innovación cívica.
¿En qué hemos avanzado? ¿qué hemos logrado en nuestro país? En el Perú hay una ley de gobierno digital que tiene por objeto establecer el marco jurídico del gobierno digital para la gestión de la identidad nacional, servicios digitales, una buena arquitectura digital, interoperabilidad, seguridad digital de datos, así como un régimen legal aplicable al uso transversal de tecnologías digitales.
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Estamos avanzando en gobernanza digital y en brindar sustentabilidad a las acciones y decisiones en el ámbito del gobierno digital. Sin duda la pandemia ha acelerado la disponibilidad de servicios digitales en el Perú. Según un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) realizado en el 2021, antes del Covid un 28% de peruanos realizaba trámites en línea y durante y post Covid este porcentaje alcanzó el 61%.
En el Perú se viene avanzando bastante bien en este sentido. ¡No estamos lejanos a los objetivos! Por ejemplo, en la realización de una plataforma digital única para la orientación al ciudadano, que se llama Gob.pe (que inició en el 2018).
También una iniciativa en la que se viene avanzando muchísimo en pagos digitales (Págalo.pe), luego la recepción de documentos a través de las mesas de partes digitales. Además, se viene trabajando en la casilla única electrónica (Casilla Única Perú), y una plataforma nacional de gobierno de datos (Datos Perú), entre otras propuestas más. Estas son iniciativas que hacen que se acelere todo el ecosistema digital.
Para culminar, la responsabilidad de un gobierno moderno ya no consiste solo en llevar infraestructura y desarrollo (de fierro y cemento), sino también en fomentar y habilitar un gobierno donde nos beneficiamos todos, el sector público, el sector privado y sobre todo nosotros, los ciudadanos. El camino aún es largo pero solo se requiere de una mayor voluntad política para llevar adelante estos procesos.