El 2 de abril, el presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Donald Trump, cumplió con la imposición de aranceles comerciales a casi todo el mundo, utilizando una fórmula que hasta ahora pocos logran digerir. El 2 de abril fue el ‘Liberation Day’. Ha pasado un poco más de una semana y las consecuencias aún son indescifrables. Estamos viviendo, sin duda, una historia en construcción. Idas y venidas del presidente Trump, amenazas de retaliación de varios países, incremento continuo e intercalado entre China y EE.UU., postergación de entrada en vigor de 90 días para todos los países menos China, entre otros, han terminado (por ahora, viernes 11 de abril, 5p.m.) con aranceles de 145% para China y de 125% para Estados Unidos.

Lo cierto es que el anuncio inicial incrementaba el nivel efectivo de tarifas promedio de todas las importaciones de EE.UU. de menos de 5% (que desde inicios de los noventa están por debajo de esos niveles) a 22%. En algún momento de la semana, difícil saber qué supuestos se usaron, cinco de los principales bancos del mundo ajustaban su estimados de crecimiento para Estados Unidos, reduciéndose de 1,4% a 0,3% para el cuatro trimestre del 2025. El índice de confianza de los CEO cayó a niveles no vistos desde la crisis financiera y el índice de confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan cayó a uno de los niveles más bajos en casi 50 años.

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Maro Villalobos

El movimiento en los mercados fue también absolutamente fuera de lo común. Desde el anuncio, el índice S&P500 cayó 5,3%, pero tuvo variaciones intradiarias de 6,5%, 6,8%, 11,1% y 4% los días 7, 8, 9 y 10 de abril, respectivamente (en el peor momento, estuvo 14% abajo). Los bonos del tesoro americano de 10 años (el referente en el mundo), inicialmente, se comportaron como el refugio esperado y la tasa pasó de 4,19% a 3,89%, para luego deteriorarse rápidamente y terminar la semana en 4,49%. Finalmente, el dólar, también considerado refugio, se depreció contra monedas como el euro, el yen o la libra británica.

De todo lo anterior, creo que lo que más preocupó al gobierno de Trump fue el comportamiento de la deuda. El nivel de Deuda/PBI de Estados Unidos es de 127% y tiene que refinanciar casi el 25% de la deuda o US$ 9.200 mil millones (en castellano) durante el 2025. Estados Unidos emite notas y bonos por US$ 573 mil millones semanales. Como referencia, la deuda externa mexicana total es de US$ 743 mil millones.

No es claro aún cuáles serán las consecuencias finales del ‘Liberation Day’. Todo parece indicar que el conflicto será casi exclusivo entre EE.UU. y China. Por un lado, EE.UU. es el país menos dependiente del comercio (exportaciones + importaciones representan menos del 25% del PBI) y es una economía de servicios, pero es el que ha alterado el orden mundial. China, por su lado, es una economía más dependiente del comercio y bienes, pero tiene un gobierno autocrático que suele tener más capacidad de aguante y velocidad de reacción. ¿Será que estamos siendo testigos de un cambio mayor en el orden económico mundial o es solo un pequeño ajuste de piezas?

Aldo Ferrini CEO de AFP Integra

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