Diego Camacho

A inicios de dic-23 los miembros del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) señalaban que los riesgos al alza para la inflación exigían mantener una postura cautelosa, que mantuviese la tasa de referencia en terreno restrictivo, e incluso considerar nuevos incrementos de ser necesario. Pese a esto, en la reunión de política monetaria de ese mes, la autoridad monetaria sorprendió a los inversionistas al señalar que el FOMC consideraba en su escenario base recortes en la tasa de referencia en 2024, hecho que llevó a una fuerte valorización en el referente de la renta fija global.

En ene-24, varios miembros del FOMC señalaron que, con base en la información disponible, “los riesgos para alcanzar sus objetivos de empleo e inflación están equilibrándose mejor”.

Sin embargo, las sorpresas al alza en los datos de inflación del 1T24 llevaron una vez más a un endurecimiento del lenguaje de los responsables de política monetaria que se extendió hasta el fin del primer semestre del año en curso: aunque los datos de inflación de abr-24 y may-24 sorprendieron a la baja, no fue hasta conocerse el descenso de la inflación en jun-24 que se empezó a registrar un nuevo episodio de moderación en la intervención verbal de los miembros del FOMC.

Entre tanto, las cifras preliminares más recientes del mercado laboral, que sugerían una desaceleración en la creación de puestos de trabajo, ambientaron la consolidación de expectativas del inicio de un ciclo de recortes en algún punto del 3T24.

Hace poco, la publicación de la revisión preliminar de los datos de referencia de las cifras de nóminas no agrícolas en los 12 meses hasta mar-24 por parte del Bureau of Labor Statistics (BLS), en donde se reconoce una sobreestimación de 818.000 puestos de trabajo, ha llevado a la manifestación explícita por parte de Jerome Powell de que “ha llegado el momento de ajustar la postura de política monetaria”.

Si bien, las minutas de la última reunión del FOMC confirmaron que algunos miembros estuvieron a favor de iniciar el tan esperado ciclo de recortes en jul-24, la elección de palabras y el énfasis hecho por Powell en su intervención de Jackson Hole no deja de ser una sorpresa.

En concreto, y emulando en varios aspectos a Mario Draghi en su famosa intervención del 26 de jul-12, Powell aseguró que “ante la inconfundible desaceleración en el mercado laboral, y los riesgos que esto involucra, el FOMC no acogerá con agrado un mayor deterioro en el mercado laboral, por lo que harán todo lo posible para apoyar un mercado laboral fuerte a medida que avanzamos hacia la estabilidad de precios”.

De esta manera, al parecer, parece claro que el debate sobre el futuro de la política monetaria en EE. UU ha pasado definitivamente de girar en torno a la pregunta de si el FOMC iniciaría un ciclo de recortes este año, a indagar por la magnitud y frecuencia del giro anunciado en la postura de política monetaria.

En medio de esta compleja situación para los miembros del FOMC parece que para respaldar la perspectiva de un “aterrizaje suave”, el ciclo de recortes debería ser gradual, es decir, recortes de 25 pb, pues un recorte de mayor magnitud tiene el potencial de alentar preocupaciones sobre el estado de la economía.

Diego Camacho Economista internacional de Credicorp Capital