“Un poeta en construcción”: crítica de “Cartas desde los extramuros”

A siete años de su partida, la figura de Enrique Verástegui sigue creciendo en la memoria de sus lectores. Hace poco comentamos el rescate de su “Diario de Menorca”, escrito durante esos estimulantes días de 1977 en los que disfrutaba de la beca Guggenheim, que le permitió residir en Europa una temporada y plantearse la escritura de su libro más importante, “Angelus novus”. Ahora, gracias al poeta y académico Carlos Villacorta Gonzáles (Lima, 1976) aparece un volumen imprescindible para los seguidores de uno de las voces más singulares y novedosas de la llamada generación del setenta: “Cartas desde los extramuros”, la correspondencia entre Verástegui y el profesor germano Wolfgang A. Luchting, quien durante los sesenta y setenta fue un personalidad activa en la literatura peruana. Le debemos varias traducciones de Vargas Llosa al alemán, así como diversos estudios sobre Julio Ramón Ribeyro y Bryce, a lo que debemos agregar una cantidad indeterminada de entrevistas y reseñas a jóvenes poetas y narradores de aquel tiempo.

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El libro nace cuando Villacorta encuentra en los archivos de la universidad de Princeton un puñado de las cartas que Verástegui le envió a Luchting entre 1973 y 1977. Espoleado por el hallazgo, ha editado con esmero este material y le ha antepuesto un prólogo bastante informado en el que contextualiza bien la situación del poeta: un joven que en ese momento era una poderosa promesa gracias a su primer libro, “En los extramuros del mundo” (1972) y que, alentado por la muy favorable respuesta crítica, se recluye durante largos meses en su casa en Cañete para escribir una obra ambiciosa, radical y demasiado adelantada a su época: “Monte de Goce”. Casi todas las cartas aquí reunidas significan un testimonio de primera mano sobre las tribulaciones de Verástegui para publicarla, su expectativa por ver ese alarde renovador impreso y circulando entre los lectores. El editor que en principio iba a darlo a la imprenta, Carlos Milla Batres, perdió los originales luego de muchos años de tener el manuscrito en su poder y no saber qué hacer con él. Recién fue recuperado tiempo después y publicado en 1991.

Verástegui cuenta a Luchting los motivos por los que Milla Batres le da de largas durante casi cuatro años: miedo a la censura, su propio pudor ante el contenido crudamente erótico del texto y los comentarios de Francisco Carrillo, Marco Martos y Wáshington Delgado, quienes, “no lo comprendían, que era muy llamativo, pero que en cinco años no iba a valer nada”. Cuán equivocados estuvieron.

Pero las cartas de Verástegui no se limitan a narrar sus vicisitudes editoriales. También aprendemos sobre sus lecturas (muy al día con las novedades de Europa y América Latina) y acerca de su vida personal, su relación amorosa con otra noble poeta del setenta, la esencial Enriqueta Beleván, así como sus derroteros creativos (nos enteramos gracias a estas epístolas acerca de un poemario, “Tema del destierro”, que iba a ser publicado por el sello Arte Reda en 1976 y del que no se conoce su paradero). Carlos Villacorta nos regala un libro breve pero importante para futuros estudios e investigaciones sobre un estupendo poeta del que todavía queda mucho que decir.

CARLOS VILLACORTA GONZÁLES. CARTAS DESDE LOS EXTRAMUROS.

Editorial: Intermezzo Tropical.

Año: 2025.

Páginas: 70.

Relación con el autor: conocidos.

Valoración: 4 estrellas de 5 posibles.