Los vínculos son la base de las relaciones humanas. Por ello, requieren de dedicación, cuidado y fortalecimiento para mantenerse a lo largo del tiempo, pues no se dan de manera espontánea. Asimismo, la relación que un niño o niña mantenga con sus padres será esencial para su desarrollo, además de aportar significativamente al establecimiento de los afectos.
En el caso de la madre, de acuerdo con Ruth Kristal, psicóloga de SANNA Clínica San Borja, hay una interconexión vital entre ellos, pues es quien lo lleva en el vientre durante nueve meses. “Por lo general, pero tampoco siempre, a las madres les resulta más fácil conectarse con su hijo. Ella sabe lo suyo y también es consciente de que sin la interacción madre-bebé, éste no sobrevive”, añadió la especialista.
Por otro lado, el padre debe hacer todo un esfuerzo por “hacer suyo” a su hijo. “A pesar de poder haber acompañado a la pareja durante el embarazo, haberle hablado “a la barriga” para que el bebé por nacer escuche y conozca su voz, el padre y el hijo se conocen por primera vez al momento de nacer”, aclaró Kristal.
Dada la fuerza de la relación que hay de forma natural con la madre, el padre debe esforzarse por entrar a ser parte de la dinámica madre-bebé.
¿Cómo generar un vínculo padre-hijo?
Los vínculos más importantes y más sólidos son los que se construyen desde los primeros días de nacidos y durante los primeros años. Por ende, es fundamental que el padre participe en los cuidados del niño desde un principio. “Debe apoyar en cambiar los pañales, darle biberón, bañarlo y acunarlo cuando llora. Es preciso recalcar que ambos se están conociendo, tanto el padre al hijo como el hijo al padre”, estableció Ruth Kristal.
Cabe agregar que es el padre quien aporta para que el hijo y la madre se diferencien. En palabras de la experta, la madre debe permitir que el bebé adquiera autonomía e independencia gradualmente y deje de ser parte integral de ella. “Es allí donde interviene el padre, ayudando a la diferenciación y favoreciendo la identidad autónoma del hijo”, resaltó.
Relacionarse a través de los pasatiempos
De acuerdo con la psicóloga Ruth Kristal, cada padre debe buscar el punto de encuentro entre su hijo y él. “Como cada ser humano es único, las relaciones interpersonales también lo son”, enfatizó.
“El padre puede invitar a sus hijos a ser parte de sus pasatiempos. En general, los niños adoptan mucho de los gustos, intereses y preferencias de los padres por imitación y por lealtad. En ese sentido, si se sienten muy cercanos con el padre, adoptarán sus gustos”, comentó.
Por ejemplo, cuando el niño está en crecimiento, pueden relacionarse a través de los deportes, la música o algunas otras aficiones. No obstante, es preciso aclarar que el padre no puede imponer estos pasatiempos en su hijo o hija, ni colocar expectativas de logros que él no alcanzó.
Para conectar a través de los pasatiempos, es muy importante que se respete la individualidad del niño y del padre. “Deben reconocerse como seres distintos y autónomos. El objetivo central de todo padre de familia es lograr que sus hijos sean personas independientes, además de que sean seres de bien”, afirmó la psicóloga de SANNA Clínica San Borja.
“Así como el padre puede llevar a sus pequeños al estadio a ver al equipo que le gusta, también él tiene que interesarse por los gustos de su hijo. Al conocer los intereses del otro, podrán ir fortaleciendo su vínculo”, concluyó.