El pasado domingo, se reveló la existencia de una presunta red de sobornos en el programa Qali Warma, relacionada con la distribución de alimentos adulterados en colegios de La Libertad, Áncash, Cajamarca, Huánuco, San Martín, Amazonas y Lambayeque. Noemí Alvarado Llanos, testigo en el caso, denunció que la empresa Frigoinca habría estado suministrando, desde 2021, conservas con carne de caballo al programa de asistencia alimentaria escolar, aunque estas eran etiquetadas como carne de res. Ante esta situación, especialistas señalan que el problema no radica en que se consuma carne de caballo, sino en el engaño a los consumidores debido a un etiquetado incorrecto de los productos.
En su testimonio, la denunciante también reveló los resultados de un análisis de ADN cárnico realizado en mayo de 2019 sobre los productos, con el objetivo de verificar la autenticidad de la carne. Según el informe, el análisis confirmó que la muestra “contiene carne de caballo en su composición”. Además, acusó a Víctor Salazar, quien fue funcionario del programa Qali Warma hasta diciembre de 2022, y a Freddy Hinojosa Angulo, actual vocero de la Presidencia de la República, de ser cómplices en este presunto caso de corrupción, al otorgar favores a la empresa Frigoinca.
"El problema es el engaño"
La abogada especialista en derecho del consumidor y contrataciones, Karina Olano, explicó las implicaciones legales del caso, destacando las violaciones a los derechos de los consumidores. Según la experta, lo que se está vulnerando en este caso es el derecho a la información y el derecho a la idoneidad del producto. “Cuando un consumidor adquiere un producto, tiene el derecho a recibirlo tal como se le ha ofrecido, con las características que se le han indicado. En este caso, el consumidor fue engañado al comprar carne de res, cuando en realidad el producto contenía carne de caballo”, sostuvo Olano.
“La carne de caballo no está prohibida en ciertos productos, como en los embutidos, pero el consumidor debe ser informado correctamente sobre lo que está comprando”, señaló. De acuerdo con la especialista, el problema radica en el etiquetado engañoso, que impide que los consumidores tomen decisiones informadas. “El etiquetado incorrecto es lo que constituye la violación a los derechos del consumidor y puede derivar en una denuncia por competencia desleal”, explicó.
Olano indicó que los consumidores afectados tienen el derecho de presentar una denuncia ante Indecopi por la vulneración de sus derechos. “Las multas pueden variar entre una amonestación o una multa que podría alcanzar hasta 450 UIT (Unidad Impositiva Tributaria), dependiendo de la gravedad de la infracción”, detalló.
Además, la abogada explicó que, en el caso de la competencia desleal, las sanciones podrían ser aún mayores. “Si la empresa ha actuado de manera engañosa, podría enfrentar una multa de hasta 700 UIT, siempre que no supere el 10% de los ingresos brutos anuales de la empresa”, explicó Olano. En cuanto a la responsabilidad de las autoridades y programas como Qali Warma, Olano indicó que, si se demuestra que hubo complicidad en la distribución de los productos adulterados o mal etiquetados, los implicados podrían enfrentarse a sanciones penales. “No solo es el etiquetado incorrecto lo que está en juego, sino también la distribución de productos en mal estado o adulterados”, afirmó.
La especialista recomendó a los consumidores afectados por el engaño que busquen una reparación por el daño sufrido. “Cualquier consumidor que haya sido afectado por el etiquetado incorrecto puede pedir una indemnización por daños y perjuicios. Es fundamental que los afectados reúnan pruebas como recibos de compra y evidencia del etiquetado erróneo para respaldar su demanda”, concluyó Karina Olano.
Carne de caballo: ¿qué genera comerla?
La nutricionista Andrea López explicó que la carne de caballo es completamente apta para el consumo humano, siempre y cuando el animal haya sido criado bajo condiciones adecuadas de salubridad. Aunque no es común en la dieta peruana, la nutricionista aseguró que no existen problemas en consumirla, siempre y cuando se brinde información clara al consumidor sobre el tipo de carne que está adquiriendo.
En términos nutricionales, la carne de caballo tiene algunas ventajas respecto a la carne de res, ya que posee un menor contenido de grasa y una mayor cantidad de proteína. “La carne de caballo tiene más proteína y menos grasa que la carne de res. Además, es rica en minerales como el hierro y el zinc, que son esenciales para el sistema inmunológico, el crecimiento y la madurez sexual”, comentó López. Según la nutricionista, 100 gramos de carne de caballo contienen 4.8 miligramos de hierro, comparado con los 2.10 miligramos presentes en la carne de res.
En cuanto a los riesgos para la salud, la experta indicó que estos dependen de las condiciones en las que se haya criado el caballo. “El problema no es la carne en sí, sino cómo se ha manejado. Si el caballo ha sido bien alimentado y vacunado, no hay ningún riesgo para la salud”, señaló. Sin embargo, López destacó que, si el animal no cumple con estas condiciones sanitarias, podrían existir riesgos asociados con el consumo, al igual que con cualquier otro tipo de carne mal tratada. “La carne de caballo tiene un alto contenido de hierro, lo que puede ser beneficioso para la salud. No estamos desmereciendo la denuncia sobre el engaño en el etiquetado, es importante que la población esté informada sobre lo que está consumiendo”, subrayó.
López también habló sobre el consumo promedio de carne de caballo en el Perú, revelando que es considerablemente bajo. Según la nutricionista, “el promedio de consumo de carne de caballo en el Perú es de apenas 0.47 kg por habitante, lo que es mucho menor en comparación con otras carnes como la de res o pollo”.
Sobre los riesgos asociados con el consumo frecuente de carne de caballo, la nutricionista insistió en que estos dependerán de la calidad del producto y las condiciones de crianza del animal. “Si el caballo ha sido alimentado de manera inadecuada, podría generar problemas estomacales o enfermedades parasitarias. En general, el consumo de carne de cualquier animal mal alimentado podría transmitir enfermedades”, advirtió.
Seguimiento del caso
El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) se pronunció sobre la denuncia y aseguró que “está brindando apoyo decidido y permanente a las investigaciones”. Desde el 7 de octubre, se suspendió la liberación, distribución y consumo de todas las conservas de la marca Don Simón, propiedad de la empresa Frigoinca, las cuales no se han vuelto a distribuir en ninguna escuela pública atendida por el programa Qali Warma. Además, el Ministerio informó que solicitará la ampliación de la denuncia para determinar las responsabilidades penales de los representantes de la empresa y los trabajadores involucrados.
Además, la Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción solicitó a la Fiscalía que amplíe la investigación, tras conocerse que la empresa proveedora del Programa Qali Warma habría entregado conservas de carne equina en lugar de carne de res, y que presuntamente pagó sobornos a funcionarios de Qali Warma y Diresa para resolver la situación. La Procuraduría pidió que se lleven a cabo las diligencias necesarias para determinar las responsabilidades penales y que los implicados, además de ser sancionados, reparen los daños causados al Estado.