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Descubren registro inédito de barco colonial hundido en Arequipa: “La Brava”, desaparecido frente a Acarí en el siglo XVI | Exclusivo
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Un equipo de investigadores peruanos encontró evidencia de un barco colonial hundido frente a la costa de Arequipa, que data del siglo XVI y que hasta ahora no había sido reportado. El Comercio conoció en exclusiva todos los detalles de este hallazgo.
Todo comenzó con el descubrimiento de una documentación en uno de los archivos oficiales del Perú. Especialistas en paleografía —la ciencia que estudia la interpretación de textos antiguos— transcribieron el material. Así se supo de la existencia de un navío llamado La Brava, del puerto de Arequipa, que se perdió en la costa de Acarí. El documento data del año 1560, apenas 20 años después de la fundación de la ciudad.
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Carlos Salas Abusada desglosa con rigor las noticias clave del día de lunes a viernes.
Rodrigo Llosa, ingeniero e investigador en puertos coloniales de Arequipa, explicó a El Comercio más detalles sobre el registro de este barco. “De acuerdo con lo investigado, se encuentra en la costa arequipeña de Acarí. Desapareció por un supuesto naufragio. Venimos estudiando este caso desde septiembre del año pasado. El punto exacto está en disputa, ya que los pescadores tienen distintas versiones. Incluso se habla de otros barcos reportados en la zona. Pero sí es definitivo que se trata de un área cercana a Acarí”, indicó.

“Se sabe que está por ese sector y que es un barco de madera, pero todavía está en estudio determinar con precisión su ubicación”, añadió. También señaló que la investigación se realiza en colaboración con Andrea Ocampo, profesora universitaria e historiadora especialista en paleografía.
Destacó que en el Perú se conservan documentos tangibles desde los años 1500, resguardados en archivos regionales a lo largo del país. Se trata de registros de propiedades, cartas notariales, entre otros. “En este caso, el documento que hallamos era una carta poder de 1560, en la que un mercader solicitaba recuperar los objetos que transportaba en ese navío”, relató.
“Lo que ocurría es que en los barcos se almacenaban contenedores con mercancías destinadas al comercio. Cuando estas se perdían por hundimientos u otros accidentes, los mercaderes elaboraban expedientes para iniciar la búsqueda del barco en cuestión”, explicó.
Según la documentación, la embarcación pertenece al periodo colonial del siglo XVI, en los inicios del Virreinato del Perú, específicamente en 1560. “Se sabe que el barco era de madera. Aún no contamos con las coordenadas exactas, pero una vez que las tengamos, se iniciará el proceso de búsqueda para conocer el estado de conservación de los restos hallados”, afirmó.

“Tenemos en mente las posibles rutas marítimas que habría seguido este barco colonial. Según nuestras investigaciones, el navío partió del Callao con destino a los puertos arequipeños de Quilca y Chule. La hipótesis principal es que se hundió debido a problemas durante el trayecto”, añadió.
Llosa resaltó la importancia histórica del hallazgo para la región sur, ya que solo se tiene registro de dos naufragios documentados en Arequipa durante el siglo XVI. “Tenemos próximos pasos en la investigación. La idea es que, una vez se determinen las coordenadas exactas, la Marina de Guerra realice un sondaje para poder hacer el hallazgo in situ”, señaló.
El ingeniero enfatizó que no se trata de la única embarcación reportada en la zona. En el siglo XVII, por ejemplo, se encontró un ancla cerca de la Caleta San José (costa de Arequipa). “Se estima que data de alrededor del año 1600, proveniente de un naufragio del cual no se tiene documentación. Es interesante porque a veces se encuentra el objeto, pero no hay registros; o al revés: se tiene la información, pero no se encuentra el barco. Normalmente, no se dispone de información precisa sobre estos naufragios”, comentó.
Por otro lado, Llosa reveló que también se tiene información sobre barcos hundidos en Matarani: el Levernbank en 1973, el Santo Evan en 1983 —uno de los más grandes, con 44 metros de largo— y el remolcador Pachacamac en 2014. “En estos casos, se han rescatado algunos objetos, pero no las embarcaciones completas, a pesar de que se conoce su ubicación exacta”, indicó.

“Se sabe dónde están. Por eso se han retirado algunas piezas, pero no toda la estructura. Lo que sucede es que retirar un barco es muy costoso. El Ministerio de Cultura (Mincul) tiene conocimiento de su ubicación, pero generalmente no se impulsan los procesos de recuperación. A veces no lo consideran suficientemente interesante o prefieren evitar los altos gastos que implica”, concluyó.
Oleajes anómalos
La Marina de Guerra, a través de la Dirección de Hidrografía y Navegación (DHN), alertó que los oleajes anómalos son frecuentes en el litoral peruano y deben tomarse en cuenta para evitar tragedias, especialmente en el norte del país. “Los riesgos en las playas y la salida al mar de embarcaciones están latentes”, advirtió la entidad.
El capitán de corbeta Enrique Varea Loayza, jefe del Departamento de Oceanografía de la DHN, hizo un llamado a la prevención, no solo para los pescadores, sino también para la ciudadanía que, durante fines de semana o feriados, acude a las playas para acampar o nadar.

Recomendó que, para evitar ahogamientos, se respete el significado de las banderas: no se debe ingresar al mar si ondea la bandera roja. Además, pidió evitar nadar en zonas prohibidas, elegir playas con vigilancia, y abstenerse de nadar si se siente frío o cansancio. “Recuerda mantener la calma. Las personas mayores o con problemas de salud deben ingresar siempre acompañadas. Además, no se debe consumir alcohol antes de nadar, ya que reduce la capacidad de reacción ante el peligro”, advirtió.
Por otro lado, el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) recomienda, ante la presencia de oleajes, asegurar las embarcaciones y/o retirarlas a tierra firme, así como suspender las actividades portuarias y de pesca. Se recomienda también evitar actividades deportivas y recreativas en playas y no instalar campamentos cerca de la costa.











